El Correo de Burgos

Las aguas del Ebro y del Nela conceden una nueva tregua

Se desactiva el Plan ante el Riesgo de Inundaciones ante la estabilización de los cauces de ambos ríos Villarcayo trata de volver a la normalidad

Las consecuencias del temporal continúan siendo visibles en Frías.-G. G.

Las consecuencias del temporal continúan siendo visibles en Frías.-G. G.

Burgos

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Visto lo visto durante este turbulento mes de febrero -meteorológicamente hablando- conviene no confiarse ni bajar la guardia ante un temporal de lluvia y nieve que ha causado verdaderos estragos por la zona norte de la provincia en forma de inundaciones. Ahora, toca esperar a que las aguas vuelvan definitivamente a su cauce para poder establecer un catálogo de daños cuya cuantía total ha resultado imposible de fijar hasta la fecha.A las 11 horas de la mañana de ayer, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, desactivaba la situación 1 de alerta del Plan de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Inuncyl) tras la estabilización de los caudales de los ríos Nela y Ebro, cuyos niveles de altura descendieron a primera hora de la tarde hasta los 2,52 y 4,63 metros, respectivamente.En declaraciones a Ical, Fernández-Mardomingo calificaba ayer la situación del Nela a su paso por Villarcayo como de «absoluta normalidad». Respecto al tramo del Ebro que pasa por Miranda, el delegado territorial prefirió mantener la prudencia, dado que «a las 3.30 horas de la madrugada ha alcanzado un pico que no ha llegado a los 5 metros, que es equiparable a la riada del 5 de febrero sin alcanzar las cotas del pasado 30 de enero».Un mes para la historiaGracias a la tregua concedida por las precipitaciones y sus correspondientes deshielos, los vecinos de Villarcayo trataban ayer de volver a la normalidad con la esperanza de que no se repita «un mes para la historia», tal como lo definió la alcaldesa de la localidad, Mercedes Alzola.Visibles o no, los desperfectos causados por la riada provocaron nuevos perjuicios materiales que se suman a los ya existentes -por lo menos- desde mediados de febrero. Entre ellos, la ausencia de calefacción en el colegio público Princesa de España tras estropearse el depósito de gasoil. No obstante, según apuntaba Alzola, empleados municipales trabajaron desde primera hora de la mañana para reparar la avería.Por su parte, voluntarios de Protección Civil de Villarcayo colaboraron en esta transición a la normalidad achicando agua en diversos puntos de la ciudad. Según fuentes del organismo, una de las intervenciones más importantes fue la asistencia en una vivienda aislada por el agua y totalmente anegada en su interior, si bien la situación es «subsanable».Lo antes posibleEl proceso de reparación de daños será largo y costará «mucho dinero», tal y como reconocía a este periódico Alzola tras el desastre que volvió a poner en alerta a los villarcayenses el jueves.Si las circunstancias lo permiten de forma definitiva, la Corporación municipal procederá a realizar lo antes posible una evaluación exhaustiva de todos los espacios anegados, como es el caso de vías urbanas, carreteras, caminos rurales, fincas agrícolas, locales o establecimientos.Mientras tanto, la regidora aseguraba mantener un contacto permanente con la delegación territorial para adoptar decisiones que ayuden a reparar los desperfectos en cuanto sea posible.

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