Los adolescentes, principal diana de las adicciones tecnológicas

«Es un error luchar contra las nuevas tecnologías, pero no lo es insistir en que su mal uso trae consigo graves pérdidas para las personas -tanto económicas como emotivas y vivenciales-, y que la formación e información son armas para combatirlo». Con estas palabras resumía ayer Manuel Fuentes, responsable de Fundación Candeal-Proyecto Hombre, la labor en la que la entidad se encuentra inmersa desde hace años, ante el claro aumento de las adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías.Concreta así entre los 13-15 cuando se comienza a demandar ayuda, «tras ver que desde tiempo atrás hay algo no funciona, y comenzar las familias a preocuparse». Los comportamientos impulsivos o el aislamiento son algunos de los problemas que genera ese mal uso de las nuevas tecnologías, las cuales rodean a los jóvenes en forma de móvil o de acceso no controlado a internet con el ordenador personal.«Peligros que nos obligan a los adultos a reeducarnos en estos aspectos dañinos para enseñar luego a los jóvenes, ya que no se trata de suprimir el uso sino de hacerlo adecuadamente», recalcó Fuentes.Nuevas adiccionesFuentes recordó que el pasado año, a través del Programa Ariadna -centrado especialmente en la atención a las adicciones vinculadas a las nuevas tecnológicas y programas de prevención de éstos-, fueron 17 los cursos realizados en los que participaron 359 personas entre familiares y jóvenes afectados por estas cuestiones.Labor de prevención, y sobre todo de información y asesoramiento en la que, como destacó Fuentes, cuentan desde hace años con la colaboración de la Diputación. Algo que ayer se tradujo en la firma del nuevo acuerdo entre ambas entidades para este 2015, al que la Institución Provincial destinará 190.000 euros.El presidente de la Diputación, César Rico, agradeció el trabajo de Proyecto Hombre en la provincia, y confesó el interés de la Diputación en estar ahí con ellos, «ya que es una tarea especializada y cercana la que estas asociaciones llevan a cabo, cubriendo así nuestras carencias a la hora de llegar a ciudadanos y familias».En cuanto a la atención a los jóvenes, Fuentes explicó que en 2014, la entidad llegó a 81 personas afectadas mayores de 21 años, y a otras 44 de menos de esta edad. «Atención que se suma a la dada a familias, que necesitan apoyo y asesoramiento ante la desestructuración y rupturas que derivan de estas adicciones, siendo 238 los atendidos». Asimism o, en actuaciones de prevención universal, en las que también estuvieron profesionales, (en total 59 cursos), han participado 418 personas en toda la provincia., «de los que 241 eran familias familias, 101 jóvenes y 76 mediadores».