Miles de mirandeses inundan la Plaza de España durante El Bombonazo

Tras un año de espera, el bombo resurgía ayer de las aguas del Ebro para convertirse, una vez más, en el protagonista de la fiesta. Como manda la tradición, a las 18 horas comenzó su ascenso hasta llegar a manos de la Orden del Bombo, que se encargó de recogerlo, asearlo y ponerlo a punto. Así iniciaba su camino al encuentro del Santo «para poder disfrutar de las fiestas como Dios manda», señalaba José Ignacio Pérez, Cofrade Mayor de la Orden del Bombo. Juntos, unidos y hermanados llegaron a una Plaza de España en la que miles de sanjuaneros esperaban su aparición al grito de «¡ese Bombo!». De nuevo, la Cofradía se encargó este año de retransmitir por megafonía todo el proceso para que la gente tuviera conocimiento de cómo se iban desarrollando los acontecimientos al otro lado de la Casa del Cura.Con la habitual complicación para atravesar la plaza, el Bombo consiguió llegar a su objetivo final: el balcón del Ayuntamiento. Allí lo esperaban los protagonistas de la tarde, Patricia Mardones y Gonzalo Guinea, que en su papel de Sanjuaneros y maza en mano marcaron los primeros compases de la fiesta dando ‘El Bombazo’, respondido por los Bombistas Mayores de cada cuadrilla.El estallido de alegría, algarabía y celebración no pudo contenerse más. Pese a las bajas temperaturas, el champán llovía a raudales y, a ritmo de charanga, todo el mundo se entregó a la fiesta olvidando sus preocupaciones por unos días. Y mientras abajo en la plaza los mirandeses disfrutaban de la fiesta, en el despacho de Alcaldía Patricia y Gonzalo intentaban recuperar la compostura. Ella detallaba que «es una experiencia increíble que no se puede explicar», mientras recomendaba a todo el mundo que «lo viva al menos una vez en la vida». Él, presidente de la peña Jóvenes Jabatos que anima al Club Deportivo Mirandés, jaleaba a los miles de sanjuaneros que se agolpaban en la plaza tras la victoria de los rojillos en Anduva, que se impuso 3-0 al Alavés, lo que para la ciudad supuso el mejor inicio de fiesta. En opinión de Gonzalo, «vivir el bombazo de esta manera ha sido increíble», afirmó para, acto seguido, admitir sentirse «muy emocionado» por la victoria de su equipo.El sonido de la fiesta contrastaba con el silencio y la paz de la iglesia de Santa María, que acogió la tradicional Salve Popular y la imposición de pañuelos sanjuaneros al Santo y a la virgen de Altamira, con la que los cofrades muestran sus respetos a la patrona de la ciudad.A partir de ahí, a seguir disfrutando de la alegría sanjuanera en los diferentes puntos de la ciudad -hasta seis simultáneamente- en los que hubo verbenas que se prolongaron hasta altas horas de la noche. Eso sí, había que reservar fuerzas porque la fiesta es muy larga y hay que dosificar. Hoy se celebra el Desfile del Blusa, que partirá a las 20 horas de la calle Cantabria hacia San Agustín para concluir en la calle Estación.Bombazo infantilHoras antes, eran los más pequeños quienes cobraban el protagonismo. Alba Segura e Iker Elvira, Sanjuaneros Infantiles, jalearon a todos los niños de la ciudad en su propio Bombazo. Al igual que el de los adultos, el Bombo emergió de las aguas del río para ser rescatado y custodiado por la Orden del Bombo Infantil, conformada por los niños y niñas que participaron en el concurso de elección de Sanjuanero.Ambos soltaron la emoción contenida durante días prolongando durante minutos su Bombazo. Para Alba, la experiencia fue como «si un montón de mariposas te subieran por el estómago, no se puede explicar con palabras». Por su parte, Iker, mirándose la ampolla que el incesante uso de la maza había provocado en sus manos, señalaba emocionado que «las fiestas son también para los niños y a ellos hemos querido dedicarles este Bombazo».Después, y al igual que hoy harán los adultos, los niños de las más de 70 cuadrillas sanjuaneras tuvieron su particular desfile en el que, a cada pequeño cofrade, se le hizo entrega de un pañuelo amarillo para acreditar su participación.