El enoturismo, un negocio en alza en la Ribera del Duero

Conscientes de que el enoturismo es clave para mejorar la imagen y también los ingresos, las bodegas de la Ribera se implican desde hace años en un proyecto que crece y se consolida. Así lo avalan los últimos datos registrados por la Ruta del Vino Ribera del Duero -que representa a 53 bodegas de la Denominación de Origen-, donde se constata que en 2014 las instalaciones asociadas superaron las 187.000 visitas, lo que representa un incremento del 4% con respecto al año anterior y de un 188% en comparación con 2009, cuando se contabilizaron 65.004 visitas.Según esta misma fuente, la demanda se desestacionaliza y crecen las visitas, aunque las escapadas se acortan. También cambia el perfil del visitante, que rejuvenece. Destaca, de esta forma, la gente joven sin hijos que viene acompañada por pequeños grupos de amigos o compañeros de trabajo, aunque también aumentan las parejas y los grupos organizados. «Es importante recalcar que el gasto medio del enoturista es muy superior al del turista convencional y que la gastronomía es la segunda motivación para realizar un viaje», explican desde la Ruta del Vino Ribera del Duero, donde recuerdan que mientras el enoturista gasta una media de 179,30 euros, el turista convencional apenas deja 69,5.Iniciativa pioneraUna de las bodegas pioneras en turismo enológico, Hermanos Pérez Pascuas, celebra estos días su 35 aniversario. «Llevamos desde mediados de los años 80 haciendo visitas guiadas, catas comentadas y tours por viñedos», sostiene Pilar González, satisfecha porque las cifras animan al optimismo. «Solo el año pasado nos visitaron 10.000 personas, de las cuales un 30% eran extranjeros y un 70% nacionales». Aquí, los jóvenes comienzan también a ser una referencia. «Tenemos un importante porcentaje de gente de entre 25 y 35 años», añade.Dado que las visitas fomentan la cultura del vino, incrementan ventas y, sobre todo, fidelizan clientes, la bodega Tarsus organizará mañana miércoles una jornada dirigida a periodistas que comenzará a las 11.00 horas y terminará bien entrada la noche. El acto incluirá actividades en el viñedo, visitas a la bodega y catas para un día que, a buen seguro, dejará huella.Otras bodegas refuerzan su oferta enoturística ampliando horarios y diseñando paquetes turísticos. Es el caso del Lagar de Isilla o de Bodegas Prado Rey, que durante los meses de julio, agosto y septiembre, organiza un pack para que las familias combinen su visita enoturística con una ruta especial para los más pequeños en la que podrán disfrutar de la naturaleza y estar en contacto con los animales visitando la vaquería de Real Sitio de Ventosilla. Repiten además las Jornadas del Teatro Barroco, que este año celebrarán su cuarta edición del 17 al 19 de julio.