BUREBA
Las Caderechas escapan del granizo que golpeó La Bureba
Bolas de hielo de un tamaño desmesurado causaron daños de cierta gravedad en la comarca, especialmente en el entorno de las localidades de Poza y Zuñeda
El tamaño del granizo caído en Zuñeda fue especialmente llamativo.-ECB
La tormenta que descargó durante la tarde del martes en la comarca burebana dejó en algunas localidades un importante rastro de destrucción por el gran tamaño de las piedras de hielo. Afortunadamente, la zona más sensible a este fenómeno meteorológico, el Valle de las Caderechas, escapó al pedrisco registrándose solamente una intensa lluvia al no superar la piedra la villa de Salas de Bureba.De hecho, los fruticultores calificaron de «agua buena» los casi veinte litros por metro cuadrado caídos en el valle, en plena campaña de desarrollo de la manzana reineta.Cabe recordar que hace unos años una tormenta de similares características se cebó especialmente en el valle cuando aún no estaba avanzada la temporada de cereza arrasando casi el 80% de la fruta. Donde ‘peor cara’ tuvo este fenómeno meteorológico fue en la franja comprendida entre Poza, Calzada de Bureba, Zuñeda y parcialmente Briviesca.A la intensa lluvia y aparato eléctrico de la tormenta se añadió un pedrisco de tamaño inusualmente grande, que dañó tejados -especialmente de naves agrícolas- algunos turismos y en menor medida, cultivos.Así, en la villa de Zuñeda y Poza el tamaño de las piedras oscilaban, comparativamente, entre el de una pelota de tenis y un huevo de gallina que podrían haber causado daños aun mayores de los registrados.Por su parte, la lluvia causó leves inundaciones en algunas calles de la capital burebana por el alto volumen descargado en un periodo tan breve de tiempo, que dio lugar también a algunas balsas de agua en la N-I.Dado que las fincas de cereal estaban en su mayor parte ya cosechadas en la comarca y las de girasoles aún no han florecido, este pedrisco no ha causado daños en el sector agrícola burebano.la parte positivaLa parte más positiva de esta fuerte tormenta ha sido el beneficioso efecto que ha causado en la devastada zona de los Montes Obarenes en Cornudilla, ya que ha contribuido a enfriar la amplia zona quemada. Además de que se acortará el tiempo en el que las autoridades correspondientes podrán declarar extinguido el incendio.De igual forma, los numerosos rayos caídos durante la tormenta no han causado, hasta el momento, daños constatables.