Sólo el 11% de bloques que deben pasar la ITC en 2015 lo han hecho

Más de 3.000 edificios de Miranda tienen más de 40 años. De ellos, «alrededor de mil», según datos facilitados por la concejalía de Urbanismo, deberían realizar la Inspección Técnica de Construcciones (ITC) durante 2015 y de ellos, sólo 109 han presentado ya el informe en el Ayuntamiento al concluir el primer semestre del año. Aunque la responsable de esta área municipal, Noelia Manrique, confía en que «en este segundo semestre se lleven a cabo la mayoría de las inspecciones», detalló a este periódico.La Concejalía de Urbanismo ya ha realizado el pertinente envío de cartas a los propietarios que estén obligados a realizar la inspección durante este año. Una misiva en la que se recuerda a propietarios y comunidades de vecinos de inmuebles construidos entre 1937 y 1950 de la obligatoriedad de someterse a la ITC, «puesto que deben ser ellos quienes contraten al experto» -ya sea un arquitecto o aparejador-, para que dictamine el estado de su edificio.Aunque la obligación de realizar esta inspección es preceptiva para cualquier inmueble de más de 40 años de antigüedad, la ordenanza especifica que «por cuestiones de operatividad los estudios han de hacerse de manera escalonada» en función de la antigüedad de los inmuebles.Así, los primeros edificios en pasar la ITC el año pasado fueron los construidos antes de 1936, aquellos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) o con protección integral. De este modo, este año le toca el turno a los inmuebles construidos entre 1937 y 1950, mientras que en 2016 les llegará a los edificados entre 1951 y 1959 y así sucesivamente, sumándose con posterioridad los inmuebles que vayan cumpliendo 40 años, dentro del año natural siguiente al que se cumpla esa fecha.Los propietarios dispondrán de cinco años para contratar el informe que determine el estado en el que se encuentra cada construcción. Por su parte, las comunidades de vecinos deberán realizar el informe a través de un experto que evalúe el estado de conservación del edificio, y realizar posteriormente, las obras necesarias en los casos pertinentes.La ITC es un sistema de mantenimiento legal preventivo, por el que se somete periódicamente a edificios a la revisión de una serie de elementos que afectan a la seguridad del inmueble y de las personas que lo habitan y que está regulada por el Real Decreto Ley 8/2011 y bajo ordenanza municipal desde diciembre de 2013, cuando se aprobaba el texto definitivo en un pleno municipal que determina las condiciones para las inspecciones.Auna la validación de la inspección no implica el abono de ningún impuesto o tasa municipal, sí requiere la contratación de un profesional y «es necesaria para cualquier operación de compra-venta del inmueble», explicó Manrique añadiendo que la medida «no tiene afán recaudatario», sino que es un trámite «para adaptarse a la norma», concluyó.