Hermanados con la tradición y la vida natural

Tolbaños de Arriba es uno de esos pequeños rincones que, escondido entre montañas y bosques de pinos, acebos y robles entre otras especies, hace soñar a quien allí se acerca pensando en la tranquilidad que se respira. Paz a la que sumar la rica arquitectura popular y la hospitalidad de sus gentes que hacen del paraje un pequeño paraíso. Riqueza humana, histórica y natural que ha llevado a la localidad, a ser focos de atracción de variado público, entre el que se encuentran por igual aguerridos senderistas, curiosos del arte o inquietos amantes de la música.Uno de los factores esenciales para ello es el deseo de sus cerca de 100 lugareños, de conservar la historia y sus tradiciones, lo que da lugar a la cita invernal con la matanza, la primaveral con la pingada del mayo, las danzas populares con motivo de las fiestas veraniegas de San Roque o las migas pastoriles con las que se despide a los pocos que aún hoy, dan vida a la vida trashumante.De ahí que la cita pastoril sea todavía un quehacer que sigue vivo en Tolbaños, al igual que medio país, el cual se ve cada año invadido por miles de ovejas que lo atraviesan de parte a parte. Sin embargo, a la pervivencia de las tradiciones se suman en la localidad pequeños tesoros pétreos como la iglesia parroquial de San Juan Bautista o la ermita de Nuestra Señora del Salterio, que siguen vigilantes desde su verde paraje. Entorno natural que, de nuevo, muestra su esplendor aquí y allá, encontrando en el agua otro aliado, dando lugar a las bellas lagunas glaciares de Ahedillo.Y de nuevo volvemos a su hospitalidad de lo que dan prueba algunos ejemplos. Uno de ellos el reciente encuentro que, organizado por la Asociación Salterio y la de Amigos de Tolbaños de Ávila, llevó a unos 40 vecinos de la localidad burgalesa a la abulense, donde les dieron la bienvenida y les invitaron a compartir los actos de San José, así como el intercambio de saludos por parte de las respectivas autoridades que con seguridad serán el preludio de un próximo encuentro ya en tierras burgaleses.Otro ejemplo de la apertura de Tolbaños de Arriba, la celebración desde hace años de uno de los festivales más populares de la provincia, como es el DemandaFolk, el cual celebró el pasado mes de julio su novena edición, con más de 4.000 participantes. Todos ellos deseosos de disfrutar de una villa que ha sabido resguardar la herencia natural recibida y que la disfruta día tras día.