El Cronicón de Oña mantiene su tirón popular tras 28 años en escena

La Asociación del Cronicón de Oña ha realizado un balance muy positivo de la XXVIII edición de esta tradicional cita al mismo tiempo que expresa el agradecimiento a todas las personas que han participado en la representación. A través de un escrito, el colectivo destaca las importantes novedades introducidas por el nuevo director, Perfecto Uriel, quien «ha dotado al espectáculo de mayor agilidad en algunos aspectos sin perder un ápice de intensidad y emoción». No obstante, el desarrollo del trabajo ha contado en todo momento con la complicidad de actores y actrices, que han demostrado un año más «tanto su compromiso con este proyecto cultural como su capacidad para adaptarse a las exigencias de la dirección artística». Por ello, reseñan «el excelente ambiente que se ha respirado en estas tres intensas semanas y su reflejo en la puesta en escena».Según los datos facilitados por la organización, la puesta en escena de El Cronicón de Oña ha contado con la participación de 270 personas, de las cuales 125 actuaron en el escenario mientras el resto trabajaba tras los bastidores. La presidenta de la Asociación, Berta Tricio, califica esta última entrega como «muy completa» y señala el «buen encaje del nuevo director», que ha permitido «dinamizar el espectáculo».De hecho este aspecto ha sido uno de los mejor valorados por los más de 2.500 espectadores que han acudido este año. Y es que, a juicio de los asistentes, las casi dos horas de representación se hicieron cortas. Asimismo, el excelente trabajo de iluminación -difícil por las exigencias del lugar- también ha reforzado el éxito de esta veterana iniciativa que cuenta con la vitola de Fiesta de Interés Turístico Regional.La representación, que narra las tribulaciones del Conde Sancho García, se desarrolla en un espectacular marco, con una cuidada iluminación y sonido, para recrear los principales eventos de la turbulenta historia de los condes y reyes de Castilla. Además, la fuerza interpretativa y el dramatismo de las escenas que se suceden hacen olvidar por completo que se trata de una obra teatral.El ambiente introduce a los espectadores en la piel de los nobles y guerreros castellanos en sus lamentos por las derrotas, decepciones ante las traiciones y alegría por las victorias contra las huestes moriscas. La representación, que se divide en dos partes por la larga y fecunda historia que rememora el Cronicón de Oña, alcanza su momento cumbre con la fundación del Monasterio. A partir de ese momento, se relatan los acontecimientos históricos más importantes relacionados con los ilustres que reposan en el Panteón Real y Condal: el rey Sancho II El Mayor de Navarra y Sancho II de Castilla.Resulta difícil sustraerse a la sensación de que, por unas horas, el tiempo ha dado marcha atrás para contemplar en toda su dimensión los esfuerzos y sacrificios de aquellos que, siglos después, asisten desde su última morada como espectadores al Cronicón de Oña.La cita se plantea cada año con todo lujo de detalles, ya que los onienses viven con intensidad cada escena de la representación al tratarse de una parte real de su historia en la que sus antepasados jugaron tan importante papel que reyes navarros y castellanos eligieron Oña como destino final.El empeño de la asociación cultural Cronicón de Oña, presidida por Tricio, junto al decidido respaldo de los vecinos de la localidad, ha logrado que la puesta en escena alcance unas cotas de profesionalidad que sorprenden a los que por primera vez acuden a presenciar el acto.