LA BUREBA
Mueren dos camioneros en un choque frontal en la N-I
Las víctimas son dos hombres de nacionalidad rumana y portuguesa de 43 y 50 años / Los dos vehículos se incendiaron al instante tras una fuerte explosión
El incendio de los dos camiones accidentados generó una densa columna de humo negro que se podía ver a varios kilómetros de distancia.-GERARDO GONZÁLEZ
BRIVIESCA
La carretera Nacional-I fue escenario ayer de uno de los más dantescos accidentes de tráfico de los últimos años en el que se vieron implicados dos camiones que chocaron frontalmente incendiándose a continuación.
Según los datos recogidos en el lugar del siniestro este se produjo sobre las 16.00 horas cuando un camión cargado de piezas de automóvil que circulaba en sentido Miranda y otro con carga de plásticos que se dirigía a Burgos impactaron en el kilómetro 269.
La violencia del impacto fue de tal calibre que vecinos de la localidad de Revillagodos, a dos kilómetros de distancia, informaron al servicio de emergencias 112 de una fuerte explosión en la carretera.
De forma inmediata se desplazaron al lugar una ambulancia de soporte vital básico y facultativos del PAC de Briviesca, bomberos de Burgos y Briviesca, un helicóptero medicalizado del Sacyl, una motobomba de la Junta de Castilla y León y numerosos efectivos de la Guardia Civil de Tráfico.
En el lugar del accidente los facultativos confirmaron el fallecimiento de los dos conductores de los camiones, identificados como V.R. varón de 43 años y nacionalidad rumana y de J.H.A. varón de 50 años de nacionalidad portuguesa.
De hecho, el nivel de daños que presentaban las cabinas de los pesados permite suponer que ambos perdieron la vida de forma instantánea en la colisión previa al incendio ya que el impacto afectó directamente a la zona de conducción.
La alta combustibilidad de la mercancía de uno de camiones obligó a emplearse a fondo a cuatro dotaciones de bomberos de Burgos y Briviesca que contaron con el apoyo de una motobomba en el suministro de agua.
Tras más de una hora de lucha contra el fuego lograron sofocarlo en su mayor parte, iniciando a continuación el penoso trabajo de recuperar los restos calcinados de los desafortunados chóferes. Esta tarea no estuvo exenta de peligro siendo necesario rociar con agua la zona inmediata a donde trabajaban los bomberos que recuperaban a los fallecidos. Las primeras informaciones facilitadas por responsables de la Benemérita apuntan a que el accidente ocurrió cuando el camión que circulaba por la izquierda intentó esquivar al que lo hacía por la derecha sentido Burgos.
Los daños causados por el fuego en los dos camiones fueron catastróficos por la fuerte carga combustible del plástico que hizo necesario en el caso de ese camión recurrir al número de bastidor para poder identificar al conductor. A consecuencia del siniestro la N-I permaneció cortada al tráfico durante la primera media hora tras el siniestro ya que una fuerte columna de humo tóxico, fue divisada por torres antiincendios de La Rioja, suponía un riesgo para la circulación sin cambiaba el viento.
Extinguido el grueso del fuego se habilitaron desvíos por las vías de servicio laterales existentes entre Castil de Peones y Quintanavides evitando así el colapso de la carretera nacional.
La retirada de los vehículos comenzó tras el levantamiento de los cadáveres. Al cierre de esta edición seguían trabajando sobre el terreno grúas pesadas y camiones góndola.
Una vez finalizada esta tarea se determinará si es factible la reapertura al tráfico de este tramo de la N-I ya que el fuego afectó de forma muy notable al asfalto que ardió, literalmente, bajo los camiones siniestrados.