Una decena de alcaldes reiteran sus quejas en las obras de la N-I

Los alcaldes de los municipios de Grisaleña, Miraveche, Quintanaélez, Fuentebureba, Busto, Zuñeda, Vallarta, Cubo de Bureba, La Vid de Bureba y Briviesca han firmado un manifiesto en el cual reiteraban sus peticiones de resolución de las carencias constatados en la variante Monasterio-Cubo de la N-I.El portavoz del colectivo de alcaldes, Indalecio Sáez -primer edil de Fuentebureba-, explicó que en el encuentro se repasó lo ocurrido hasta la fecha tras diez meses de formalizarse ante los responsables de Fomento las peticiones sobre la obra oficialmente terminada el pasado año. Sáez afirmó que se decidió, dada la actual situación con elecciones generales a dos meses, no iniciar movilizaciones populares a la espera de los acontecimientos.No obstante, se remitió al contenido del manifiesto recalcando, que ha sido firmado por la totalidad de los ediles asistentes a la reunión. En el mismo señalan que los alcaldes «depositaron su confianza en sus representantes estatales» y que «no pusieron en duda la voluntad positiva de continuar las obras complementarias de la carretera N-1, entre las localidades de Cubo de Bureba y Briviesca».Recuerdan que éstas «fueron comprometidas por el secretario de Estado de Infraestructuras en su encuentro con alcaldes y otras autoridades en su visita a Briviesca», detallan, «lo que le llevó a asumir que el proceso supondría un tiempo».Tras casi un año los ediles afirman que «no ha habido ninguna manifestación de ninguna índole a pesar de los inconvenientes que representaba la no realización de las obras para los vecinos en general».Por ello, en el manifiesto explican en siete puntos las principales carencias que, en su opinión, se ha comprobado de forma evidente existen en la variante, reprochando -como en el caso de las señalizaciones de varios pueblos- «que no hay nada en la actualidad».Otro punto señala la situación del kilómetro 279 y remarcan la ausencia de arcenes «que obliga a los vehículos agrícolas a acceder a la carretera N-1, lo que genera gran riesgo para los vehículos lentos que desean incorporarse a la N-1, sobre todo en sentido a Miranda», puntualizan. Especial énfasis han puesto los alcaldes en la situación de Cubo de Bureba en la que, tras un detallado repaso a las carencias y riesgos, afirman que «hay que situarse sobre el lugar de forma física para percatarse de la insensatez de quien proyectó esto».Aseguran que las actuaciones de los últimos días en ese lugar han sido muy duramente valoradas afirmando que «últimamente ha habido algo novedoso y aparentemente aberrante que ha hecho que a los vecinos se les pueda castigar más, y nadie sabe el porqué ese encono contra Cubo». Concretan esta airada protesta «en el cierre sin advertencia ni información ninguna» de una vía agrícola, «por lo que el tráfico de tractores y camiones de paja debe pasar por el centro del pueblo causando molestias, perjuicios y peligro para los vecinos», reprochan.Esta decisión ha llevado, vista la inacción en la treintena de peticiones expresadas hace casi un año, a entenderla como «otra forma de perjudicar, de humillar, y quizás haya más. Seguro que alguna mente mezquina y enferma estará sobre ello», advierten.El manifiesto de los alcaldes concluye con una petición de «disculpas si en algo hemos podido perjudicar. Nunca estuvo en nuestro ánimo hacerlo y si algo ha podido ocurrir que haya sido motivo de insatisfacción o molestia para alguien, nosotros hemos procurado no dar motivos para que nadie se sienta molesto».Aunque señalan que «no sabemos si todas las partes podrán decir lo mismo, pero cuando los problemas son grandes y no sé ven soluciones, se pueden dar cosas aisladas y ocasionales». Por ello, piden que «no castiguen al pueblo que no tiene culpa, pues si algo hace día a día es trabajar y contribuir a crear una sociedad más grande, mejor y sobre todo más justa», en referencia a los hechos de Cubo.