Una disputa en el mercadillo de Santa María del Campo acaba con disparos

BURGOS

La Guardia Civil detuvo en la comarca del Arlanza a E.M.H. de 56 años de edad, como presunto autor de los delitos de tentativa de homicidio con arma de fuego y tenencia ilícita de armas.

Los hechos ocurrieron el pasadojueves, aunque ayer se tuvo conocimiento de ellos. Santa María del Campo celebraba su mercadillo semanal el pasado jueves en la plaza de la localidad. A primera hora de la mañana, los comerciantes montaban sus puestos para colocar las mercancías, frutas, verduras, enseres para el hogar, ropa..., como cada semana desde hace años. Cada uno de ellos tiene su licencia para la venta ambulante de ese día y muchos llevan acudiendo a esta cita semanal desde hace años. Es el caso de una de las familias que, como cada jueves, llegó a la plaza de santa María del Campo y comenzó a montar su puesto para vender sus productos.

En torno a las 10,30 de la mañana, una furgoneta se colocó delante del puesto de esta familia y quiso instalar allí su tenderete. «Personas que nunca habían estado allí, cómo sí el que ya estaba instalado que lleva dos o tres años acudiendo a vender su fruta todas las semanas», relata un vecino del pueblo.

Inmediatamente, la dueña del puesto le recriminó al hombre que conducía la furgoneta que estaba invadiendo un espacio ya ocupado y le instó a que optara por otros espacios que estaban vacíos. «Había sitio para al menos veinte puestos más. Y lo cierto es que aunque no hay reservados espacios, los habituales siempre se colocan en el mismo lugar y unos y otros se respetan el sitio», explica este vecino que prefiere permanecer en el anonimato.

El hombre, E.M. H., de 56 años, inició con la mujer una fuerte discusión y enseguida se arremolinaron en torno a ellos muchos de los que estaban en la plaza que presenciaron la discusión. Ante la algarabía, salió del vehículo del puesto ya colocado un joven para proteger a su madre quien era la que mantenía la discusión con el otro ‘comerciante’ que impedía el normal funcionamiento del puesto. «El muchacho salió a defender a su madre y portaba una barra, no sé si de hierro o qué, pero en ningún momento amenazó con ella».

Según este mismo testigo, el ahora detenido, sacó una pistola y «a un metro de distancia de la mujer» cargó el arma y disparó «dos veces» contra los dueños del puesto. «Menos mal que las balas no salieron, o se le encasquilló el arma, porque si no la hubiera matado», relata el testigo.

E. M. H., al comprobar que la pistola no se había disparado abandonó el lugar en un vehículo, mientras que sus hijos menores, de 11 y 12 años, presentes en el altercado, huían a pie portando el arma que su padre había intentado disparar.

Ante la reyerta, vecinos y testigos de Santa María del Campo acudieron al Ayuntamiento que se ubica en la misma plaza en la que se celebra el mercadillo, para informar de los hechos. Desde la Casa Consistorial se dio aviso a la Guardia Civil que acudió inmediatamente. «Había tres o cuatro furgones e inmediatamente desplegaron un dispositivo para buscar al señor y lo encontraron muy cerca de aquí», relata este vecino.

Paralelamente, los efectivos de la Benemérita buscaban por el municipio a los niños que, supuestamente, habían huído con el arma. «Los encontraron en la gasolinera de Ciadoncha, pero no llevaban ni las balas ni el cargador aunque sí la pistola», escondida entre las ropas.

En un contenedor

Según las mismas fuentes consultadas, los chavales, en su huida, pudieron deshacerse de éstos en un contenedor de reciclaje de aceite usado. Una vecina que pasaba cerca del lugar encontró a dos muchachos de unos diez u once años merodeando en el contenedor. Cuando les preguntó «qué hacían ahí», los menores contestaron que se les había caído una gorra y que estaban intentando cogerla. La mujer informó sobre este hecho a las autoridades que siguieron esta pista para localizar la munición -dos cargadores con munición real de 9mm parabellum-, que efectivamente estaban en el contenedor de reciclaje de aceite, y a los jóvenes.

La Guardia Civil intervino además un rifle y una escopeta de caza que habían sido abandonadas en un pajar y que figuran a nombre del detenido aunque carece de licencia para la tenencia y uso de arma corta. Por ello, E.M.H. fue detenido, además de por un presunto delito de tentativa de homicidio con arma de fuego, por la tenencia ilícita de armas.

«Yo creo que esto es algo así como un ajuste de cuentas, o algo que tenían entre ellos de antes, porque los del puesto llevan dos o tres años viniendo, pagan su licencia y no tienen ningún problema. Han sido los del otro coche, el que ha sacado el arma quien ha venido y se ha puesto delante del puesto de la mujer», explicaban los vecinos.

Fuentes de la Guardia Civil informaron que el arma no se disparó posiblemente por el estado de deterioro y suciedad de la pistola «que impidió el correcto funcionamiento de los mecanismos de disparo».

Tras interceptar en la huida al ahora detenido y tomarle declaración en el cuartel de la Guardia Civil, E. M. H. salió del cuartelillo esposado en torno a las 18.30 de la tarde del jueves para pasar a disposición del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Lerma.

Una vez detenido el presunto agresor, el mercadillo continuó como cada jueves «pero con el lógico bullicio y los comentarios de lo sucedido», retornando el municipio a una relativa ‘normalidad’.