Más de 300 personas cortan la Nacional I en protesta por los accidentes

Ni las pésimas condiciones meteorológicas impidieron que la concentración y corte de la carretera N-I convocada por la Plataforma de Afectados por la N-I fuese la más multitudinaria de las celebradas en lo que va de año al congregar a más de 300 participantes.Dado el riesgo que suponía para los asistentes concentrarse en un solo punto, se procedió a la formación de grupos que partieron desde el cruce de Santa María del Invierno y Monasterio de Rodilla hasta confluir en el kilómetro 265, escenario del último siniestro mortal.El portavoz de la Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I, Rafael Solaguren, agradeció la alta participación, visiblemente muy superior a las dos convocatorias realizadas este año a causa de las cinco víctimas mortales registradas. Durante su intervención, Solaguren reprochó a los representantes políticos su falta de reacción, pues «ya no hacen ni declaraciones» ante los últimos accidentes.El portavoz señaló que el ingente tráfico de camiones por la N-I se ha visto especialmente agravado en las últimas jornadas «con más transportes especiales», lo que agrava la situación especialmente «en cruces como el de Santa María del Invierno, en el que te tienes que parar en medio de la carretera para poder entrar». Solaguren también expresó sus dudas sobre el hecho de que en tres años la AP-1 quede ‘liberada’ «por mucho que nos lo cuenten». Es más, afirmó que «están perdiendo el tiempo» sin prever «que la N-I quede como vía secundaria» dotando de nuevos accesos a la AP-1.Insistió en que la N-I «no está en condiciones de albergar el tráfico especialmente de camiones, que ahora soporta» puesto que «es de sentido común» que el grueso del tráfico pase a la vía de doble carril mientras la convencional queda como segunda vía de comunicación.Solaguren expresó su agradecimiento a las empresas de autobuses, que en esta ocasión ofrecieron de forma gratuita su flota para trasladar a quienes quisieron sumarse al corte. También a la Guardia Civil, que gracias a un amplio despliegue garantizó la seguridad en este punto de especial riesgo.Como es habitual, la protesta finalizó con la colocación simbólica de una cruz en el lugar en el que fallecieron las dos últimas víctimas. En esta ocasión fue un representante de la Fundación Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico (Avata) quien se encargó de hacerlo.Previamente, los asistentes guardaron un minuto de silencio por todos los fallecidos en las carreteras españolas, ya que el acto habitual fue suspendió el pasado domingo por los atentados de París. Hasta la fecha, la cifra de víctimas mortales de la carretera convencional N-I entre Burgos y Miranda asciende a seis en cuatro accidentes alcanzando así las cotas de los años más negros de esta carretera.