El avispón asiático merma la producción de miel en el norte

Desde que se detectó el primer ejemplar en Espinosa de los Monteros procedente del País Vasco en octubre del año pasado hasta la localización por parte de la Junta de Castilla y León del primer nido en el Valle de Mena, el avispón asiático ya se ha adueñado del norte de la Península Ibérica y amplía su ámbito de actuación. En el caso de la comarca, su proliferación lleva aparejada una considerable merma de la producción, que, además este año ha venido acompañada de una meteorología adversa y un escaso periodo de floración.Según explica a Ical la vicepresidenta de la Asociación de Apicultores de Burgos, Yolanda Martínez, la capacidad recolectora en el Valle ha pasado de una media de 20 kilos por colmena a siete o ninguno.En su caso, la reducción ronda el 30% por el mal tiempo. Sin embargo, por lo menos se ha librado este año del avispón asiático porque practica la trashumancia con sus colmenas, que se trasladan desde Mena a los Montes Pasiegos de la zona de Espinosa de los Monteros, donde la temperatura es más baja. No obstante, «si retraso el traslado de las colmenas a finales de octubre, para evitar la velutina me arriesgo a que se mueran por el frío», sentencia.Un informe del Servicio de Espacios Naturales de la Junta constata la presencia de la avispa asiática en 35 localizaciones de la Comunidad desde octubre de 2014. El mayor número se concentra en el Valle de Mena que acumula 21, tanto en el medio rural como en el casco urbano. La Consejería habla de un «crecimiento exponencial» de la expansión de la especie. Es más, la existencia de la vespa velutina en la Sierra de la Demanda no ha cogido a nadie por sorpresa porque en septiembre ya se detectó en la zona de Cerezo de Río Tirón.El jefe del equipo de bomberos voluntarios del Valle de Mena, Miguel Ángel García, confirma que la proliferación de esta especie está «descontrolada». Y es que en lo que va de año, este profesional a cargo del Ayuntamiento asegura haber retirado 19 nidos, los dos últimos a principios de noviembre.En poco tiempo, García se ha encontrado con un trabajo ‘extra’ que le ha obligado a formarse sobre la marcha. Además, tras sufrir una picadura y pedir prestada la indumentaria a los bomberos de Balmaseda (Vizcaya), se vio obligado a solicitar a la Diputación Provincial un traje especial para retirar los nidos que ha encontrado tanto en árboles como en tejados, ventanas, balcones e incluso en el suelo. La Institución Provincial también les proporcionó los sprays para rociar los nidos, que pueden alcanzar el medio metro. Una vez retirados durante la noche, hay que quemarlos para matar todas las larvas. «Es importante trampear las avispas en primavera para evitar la formación de nuevos nidos», manifiesta, ya que es la única manera de «poner coto» a esta plaga.Los profesionales coinciden en que el avispón asiático provocará un «daño terrible» a la apicultura. Además, Martínez va más allá y alerta de que la ausencia de abejas traerá consigo una reducción de la polinización y, por tanto, afectará a los procesos de cuaje en árboles frutales.