El enoturismo da nuevos pasos en la Ribera del Duero

Ya nadie lo duda: el enoturismo constituye un factor clave en el desarrollo de la Denominación de Origen (DO) Ribera del Duero. Así, lo que empezó de forma tímida con visitas los fines de semana en unas pocas bodegas, representa hoy una realidad con tendencia al alza. Algunas apostaron por cuidadas construcciones y afamados arquitectos. Es el caso de Protos, la bodega más visitada de la Ribera, que confió en Richard Rogers para afianzar su diseño como un referente. O de Portia, que apostó por Norman Foster para un proyecto que une a sus vinos la vanguardia de su estructura y un restaurante con cocina castellana.«La mejor estrategia es mimar a nuestros visitantes para que puedan recordarnos siempre con la mejor de sus sonrisas», explica el responsable de comunicación de Portia, Virginia Barriuso.Y es que las visitas son importantes para dar a conocer lo que hay detrás de un vino o lo que es lo mismo para fidelizar a los clientes potenciales. Con este objetivo, ya son muchas las bodegas que abren sus puertas los fines de semana, en épocas de especial interés como vendimias o a través de actividades temáticas, como las jornadas teatrales del Barroco de Bodegas Pradorey.Algunas apuestan por nuevas estrategias y también por nuevos productos. En Aranda de Duero, una de las bodegas más implicadas en el enoturismo es el Lagar de Isilla, que tras completar su proyecto bodeguero con un hotel con habitaciones temáticas -inspiradas en el vino y un restaurante que ha sido reconocido por la Guía Michelin como uno de los mejores espacios culinarios por la relación calidad precio de sus productos-, acaba de sacar su propia línea de joyas.Cosmética

Otras han visto en la cosmética un nuevo aliado. Bajo el nombre de Viñaterapia, Bodegas Torremilanos, que también cuenta con un hotel, ofrece una amplia gama de productos entre los que se encuentran aceites, tónicos, elixires o emulsiones que tienen un denominador común: la uva y un proceso biotecnológico. «Buscamos la pureza en la sencillez y el buen hacer, recuperando recetas de belleza ancestrales y aprovechando los secretos que las plantas guardan en su interior», explican mientras preparan dar un nuevo paso como bodega ecológica. «Vamos a ser biodinámicos», adelanta Javier Sánchez.Especial importancia da Matarromera al departamento I+d. Siendo la investigación un pilar básico, llega una gama de cremas hidratantes y una de condimentos y aditivos para la cocina, que tienen como base el extracto polifenólico de la uva. Aunque se incluyan en empresas y proyectos distintos, sin duda contribuyen a mejorar la imagen de calidad de esta bodega innovadora.Fruto de la investigación, Bodegas Páramo Arroyo por su parte, ultima los preparativos para presentar su particular aceite de pepita de uva. «Todavía estamos de pruebas pero las propiedades son infinitas», explicaba en la Demoday de la Aceleradora Aranda Emprende, Fernando Páramo, ilusionado por las aplicaciones que este producto puede tener.Sector

La Ribera del Duero crece consolidándose como un sector saludable y rentable. «La Denominación de Origen Ribera del Duero ha hecho los deberes, primero con la revolución vitícola, enológica, empresarial y comercial y en un último paso, con el salto al enoturismo, que está funcionando sorprendentemente bien», explicó Javier Pérez de Andrés, en un acto en el que la Asociación Enológica de la Ribera (Enoduero) le nombró socio de honor recientemente.De hecho, las cifras acompañan y según los últimos datos de contraetiquetas entregadas al Consejo Regulador, la Denominación de Origen ha crecido un 6,3% en ventas, al pasar de 86.136.363 contraetiquetas en el año 2014 a 91.607.091 en 2015.También ha crecido el número de bodegas inscritas. Según el último registro - datado en 2014-, la región vitícola cuenta con 282 bodegas de elaboración, tres más que en 2013 y 84 más que en el año 2004.