La eliminación de las barreras arquitectónicas alcanza el 90%

El proyecto de supresión de barreras arquitectónicas en la capital burebana con el objetivo de mejorar la movilidad, tanto en la vía pública como en los edificios de las administraciones, ha alcanzado una cota de ejecución cercana al cien por cien. Lógicamente, el ambicioso proyecto de peatonalización de parte del casco histórico ha sido la cara más visible de este proyecto encaminado a suprimir las barreras arquitectónicas, así como a ganar espacio a los peatones.No obstante, cabe recordar que varios años antes de esta gran obra se puso en marcha desde el Consistorio una serie de actuaciones realizadas de forma continuada en el casco urbano y los edificios municipales.Así, en cada obra que se ejecutaba en las calles de la ciudad se incluía una intervención de rebaje de aceras de forma sistemática allí donde era técnicamente posible, especialmente en los pasos de peatones.Las rampas, un riesgoPor ello, las únicas calles donde estas actuaciones aún no han sido ejecutadas en su totalidad corresponden al casco histórico, ya que las rampas podrían suponer un riesgo para los peatones dada la estrechez de las aceras.Los ejemplos más visibles son la calle Mayor y Medina, en las que no se ha logrado encontrar una fórmula viable para mejorar su accesibilidad dada la estrechez de la principal arteria del casco histórico de la ciudad.Precisamente, la peatonalización dejó resuelta esta circunstancia en las calles más transitadas, quedando apenas un 10% del total de estas calles sin rebajes en más de un lugar. Incluso en el casco histórico, donde si ha sido posible se ha aumentado la anchura de las aceras, o eliminando aparcamientos, cuando ha sido preciso aunque por la estructura urbana no se pudiera hacer de forma lineal.La dispersión de las intervenciones hace imposible cifrar la inversión realizada durante los últimos años en esta mejora de la accesibilidad, ya que sólo en ocasiones muy puntuales han sido actuaciones expresamente destinadas a este fin.En la misma línea, las obras realizadas en edificios públicos municipales han incluido mejoras para suprimir las barreras arquitectónicas. Actualmente los más utilizados- caso del Hospitalillo, Casa Consistorial y Casa de la Cultura-, cuentan con ascensores y rampas que les hacen totalmente accesibles a todo tipo de públicos sin problemas. Con estas obras, la totalidad de los edificios de servicio público municipales, autonómicos y estatales cumplen ya la normativa de accesibilidad de aplicación general.El alto coste de estas obras obligó a repartir las intervenciones en varios periodos así como acudir a líneas de ayudas que permiten sufragar el coste de las mismas. Así, se solicitaron ayudas cofinanciadas por el Fondo Social Europeo para obras y servicios de interés general, a lo que se añadió una importante cifra de las arcas municipales.Esta política de facilitar el acceso a personas con movilidad reducida también se aplica en las construcciones municipales como el nuevo polideportivo municipal cubierto. Donde más problemas se encontraron para adecuar los accesos fue en edificios históricos como el Hospitalillo o la Casa Consistorial, siendo necesario en ésta última, esperar a su rehabilitación para poder solventar las barreras arquitectónicas.