El Correo de Burgos

«Si el 80% de los señuelos están prohibidos, la gente no pesca»

El portavoz de los pescadores de Las Merindades, Manuel Villanueva, insiste en que la ley regional afecta al turismo, las tiendas especializadas y el ecosistema

El Concurso Infantil de Pesca organizado por Aprim se celebró ayer en las piscinas municipales de Villarcayo.-M.V.

El Concurso Infantil de Pesca organizado por Aprim se celebró ayer en las piscinas municipales de Villarcayo.-M.V.

Burgos

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Antes de la Ley de Pesca regional, vigente desde 2013, «Castilla y León tenía un modelo envidiable» pese a la existencia de «problemas en zonas concretas». Su aprobación en las Cortes, no exenta de voces críticas desde determinados sectores del gremio contrarios a la generalización imperativa de la pesca sin muerte, está causando «un daño importantísimo al turismo» y a las tiendas de deportes especializadas en esta práctica. Al menos esa es la postura de Manuel Villanueva, miembro del Consejo Provincial de Burgos y presidente de la Agrupación de Pescadores Ríos de Las Merindades (Aprim), testigo de cómo uno de los dos establecimientos del ramo que había en Villarcayo tuvo que echar el cierre mientras el otro «no vende nada» a día de hoy. Y es que «si el 80% de los señuelos están prohibidos, la gente no pesca».Por éste y otros tantos argumentos, insiste en la necesidad de revertir la normativa para «volver a una situación parecida a la de antes». Como veterinario, considera que «no se puede modificar de golpe ningún ecosistema» porque «desde un punto de vista técnico es una barbaridad». En el caso del río Nela, el «desequilibrio» para la trucha, su «predador más importante», es «bestial», amén de perjudicar a otras especies -«algunas de ellas protegidas»- que conviven en sus aguas. Frente a los postulados conservacionistas, asegura que las zonas sin muerte «no generan más truchas», ya que «cuando una población llega a un número de individuos muy alto se autorregula» a partir de «los dos primeros años».Volviendo al plano económico, Villanueva recuerda la pérdida de 80.000 licencias durante los dos primeros años de la Ley en vigor, lo que supone una merma de ingresos por esta razón que rondaría los «1,2 millones de euros». No obstante, tal y como apuntó a principios de mes el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el número de permisos se incrementó en un 41% en 2015, aunque a juicio del presidente de Aprim se debe al creciente interés por la pesca de cangrejos y la gratuidad de las licencias para menores de 14 años.Desde el principio, cuando la Ley de Pesca apenas era un borrador, Villanueva apuntó que «era un desastre, injustificada y mal planificada», ya que «el porcentaje de las personas que pescamos sin muerte ronda un 15 o 20% tirando por lo alto». Sin embargo, casi todos los representantes de los consejos provinciales apoyaron una norma «totalmente innecesaria», dado que «se podría haber hecho lo mismo sin ella estableciendo cotos con muerte, sin muerte y zonas libres».Jornadas de pesca

Al margen de normativas y permisos, para Villanueva la pesca es «una afición que se lleva en la sangre» con mucho tirón en Las Merindades. Por este motivo, Aprim celebra cada dos años sus Jornadas de Pesca y Medio Ambiente, cuya novena edición arrancó este fin de semana con talleres prácticos para todos los públicos pero con especial hincapié en las nuevas generaciones.«La respuesta de los chavales siempre es muy buena, los mayores respondemos peor», aduce Villanueva satisfecho ante la respuesta de los 200 escolares del colegio Princesa de España que el viernes se dieron cita en su charla sobre Peces de los ríos de Las Merindades. De igual manera, se muestra sorprendido tras la recepción de 515 trabajos para el Concurso de Dibujo convocado por Aprim, de los que una amplia muestra -no caben todos- está expuesta en el Centro Cultural Caja de Burgos de Villarcayo hasta el 8 de mayo.A la teoría y la práctica en las piscinas municipales y las naturales del Nela se sumó la limpieza de un tramo del río -entre el puente grande y la presa de Churruca- el sábado a primera hora de la mañana. En apenas dos horas, los ocho voluntarios que se dieron cita consiguieron extraer una gran cantidad de residuos «a pesar de que hace tres años hicimos otra limpieza». Esta vez, por fortuna, no se localizaron objetos de gran tamaño como una lavadora -ejemplo verídico-, aunque tampoco «nos pudimos meter en el centro porque está muy crecido y tomado» a consecuencia de las lluvias de la última semana.La jornada de ayer estuvo íntegramente dedicada a los más pequeños de la casa. Alrededor de 40 chavales demostraron su habilidad con la caña en el Concurso Infantil de Pesca con truchas arcoiris de Pamplona que tuvo lugar en las piscinas municipales porque «en el río cualquier repoblación está totalmente prohibida». A pesar de las limitaciones espaciales y el necesario establecimiento de turnos, los participantes colaboraron de forma indirecta en una buena causa, ya que los 150 kilos de trucha disponible se destinaron posteriormente a Cáritas.Seminario técnico

El apartado más profesional de las jornadas se concentra en el seminario técnico que en cada edición reúne a catedráticos, investigadores y profesionales del mundo de la pesca y del medio ambiente. La cita, prevista este año durante el 6 y el 7 de mayo, «tiene mucho prestigio» porque en España se organizan muy pocas iniciativas «monográficas» sobre ambas materias.Con una media de 25 inscritos por convocatoria, Villanueva desearía que «se apunte más gente» dado el interés que suscitan las charlas, en las que se abordan todo tipo de cuestiones, desde restauración de ríos hasta la aplicación de nuevas tecnologías en el mundo de la pesca. A fin de incentivar la participación en futuras entregas, desde Aprim ya se trabaja para que se puedan conceder «créditos a nivel profesional por asistencia».

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