Ediles de Pinares apoyan que la suerte de pinos no tribute

Los alcaldes de municipios como Canicosa de la Sierra, Hontoria del Pinar o Regumiel de la Sierra se han manifestado a favor de que se dé normalidad tributaria a las llamadas ‘suertes de pinos’, y ésta deje de tributar en el IRPF, volviendo así a la situación existente antes de la ley de 2009.Petición que basan, sobre todo, en dos motivos principales: «El primero es que esta zona es un ejemplo de modo de conservación de los montes gracias, en gran medida, a estas ‘suertes de pinos’», explican algunos de ellos; «Y en segundo lugar, no por ello menos importante, la labor que desempeñan los montes de Pinares como sumideros de CO2, algo por lo que se debería tener algún tipo de compensación».En la actualidad, «supone un importe que puede rondar entre los 200 y los 500 euros al año la suerte entera, es decir la compuesta por dos personas en matrimonio», explica Ramiro Ibáñez, alcalde de Canicosa, quien califica la obligación de pago de dicho impuesto, como «la mayor aberración que se le ha hecho a esta comarca».Ingresos que varían en función del volumen de la tala, el precio de la madera y el número de personas a repartir. Además de que únicamente se concede a quienes hayan adquirido los derechos, que en cada pueblo varían pero que como nexo común se pide que residan al menos gran parte del año en el municipio. Además, se debe ser hijo o nieto de algún vecino natural del pueblo.Ibáñez reprocha que las administraciones «no tienen en cuenta ni la singularidad de esta zona, ni la singularidad de esos ingresos», comenta, convencido de que esta medida «se hizo desde la ignorancia que tuvo en 2009 el gobierno de Zapatero hacia esta comarca. Ya que como recalca es la primera en España con marchamen de Certificación Forestal Sostenible, y sin embargo no sólo no nos subvencionan en nada, como sí se hace en otras zonas con la PAC, sino que encima nos castigan con este impuesto».En opinión de Ibáñez «es incomprensible que las administraciones practiquen la cultura medioambiental por un lado, y que por otro no se ayude para que el monte se siga manteniendo».Privilegio realLa ‘suerte de pinos’ es un privilegio real que Fernando III el Santo otorgó mediante las ‘Cartas Pueblas’ a las gentes que quisieran asentarse en esta comarca hace más de 800 años, recibiendo a cambio el privilegio de ser dueños de sus montes y de sus aprovechamientos. Esto supone la entrega a los vecinos de su parte equitativa de los ingresos que obtiene el municipio por la venta de la madera de los montes.Singular ordenación forestal que sigue vigente en Pueblos como Canicosa de la Sierra, Quintanar de la Sierra, Hontoria del Pinar o Regumiel de la Sierra, entre otros pueblos, todos ellos en la comarca natural de Pinares. donde se están sumando a la petición numerosas localidades de la comarca que comparten las provincias de Soria y Burgos.De hecho, la postura del primer edil de Canicosa también ha sido respaldada por otros alcaldes como José Luis Vázquez de Regumiel de la Sierra, pueblo en el que hay unas 200 personas con derecho a ‘Suerte, y donde semanas atrás ya se ultimaban los detalles de la venta de los pinos del año pasado correspondientes a los vecinos.En total, varios rodales que darán lugar a un montante de en torno a unos 75.000 euros a los que quitar los impuestos de mejoras (15%) y el del IRPF que supone un 21%», declaraba entonces el primer edil. Convencido de que es un derecho vecinal «que tenemos que reivindicar todos los alcaldes de la zona unidos», señalaba Vázquez, haciendo hincapié en el enorme protagonismo de la comarca de Pinares realiza en la lucha contra el cambio climático. Y es que algunos estudios efectuados por técnicos ambientales, muestran que esta zona almacena en sus bosques 100 millones de toneladas de dióxido de carbono y fija anualmente una cantidad de 700.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) adicionales, entre otras cifras.Desde Hontoria del Pinar también opinan en la misma línea. Su alcalde, Javier Matero, abogaba por hacer de esta retirada del impuesto «un reconocimiento a la labor que se realiza en esta zona donde la conciencia que hay y el respeto hacia el monte es inigualable», remarca desde esta localidad, donde en torno a 258 personas con derecho a suerte entera y 22 con media.