El Correo de Burgos

El recorrido de Valdivielso desde las ondas hasta el ‘webcindario’

La radio comunitaria impulsada por el actual alcalde, Jokin Garmilla, celebra hoy su XV aniversario

Jokin Garmilla, alma máter del proyecto, trabajando en su estudio en una imagen de archivo.-ECB

Jokin Garmilla, alma máter del proyecto, trabajando en su estudio en una imagen de archivo.-ECB

Publicado por
DIEGO SANTAMARÍA
Burgos

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Quién le iba a decir a Jokin Garmilla que su aventura en las ondas cumpliría 15 años. ¿Una emisora casera enclavada en un municipio de 400 habitantes? «Ni por asomo podía imaginar que esto iba a convertirse en un nexo de unión para tanta gente», confiesa el fundador y alma máter de Radio Valdivielso, concebida como «un juego fruto de la casualidad» que hoy se mantiene en pie gracias al apoyo de 500 socios, «cada uno con su pensamiento, con su modo de ver la vida», pero con «el deseo común de mantener un medio tradicional». No recuerda la fecha exacta de la primera emisión, pero hoy es el día:«Celebraremos, bailaremos y nos volveremos a encontrar».Desde su casa y con medios precarios, Garmilla se lanzó a la piscina «sin ninguna tensión» con el único fin de «valorar lo que teníamos y para que subiera la autoestima de la gente». Lo consiguió de pleno. «La gente empezó a llamar, a escuchar» y ya no hubo vuelta atrás. Poco a poco, viejos amigos de pueblos vecinos se reencontraban desde el transistor y «se mandaban saludos». Volvían a saber los unos de los otros, los viejos recuerdos salían a la luz y se registraban en audios para la posteridad. Llegó el periodo estival y «se notó la explosión» poblacional en la Merindad, que por estas épocas ronda los 3.000 habitantes.El sueño de esas noches de verano se trasladó al otoño y al invierno. Garmilla se percató de que en estos meses «era cuando más sentido tenía la radio, cuando los pueblos se vaciaban, cuando la gente mayor se quedaba sola en casa». Y pasaron los años, con «idas y venidas», problemas de licencias y parones que hoy por hoy forman parte del recuerdo. Los vecinos defendieron su continuidad. Sobre todo las mujeres, «que rompieron esos miedos a decir las cosas en público».Con el poder de lo pequeño como lema, la emisora prioriza «lo local» para ampliar su contexto informativo al resto del mundo con una «mirada rural». Se parte por tanto de «esa vida cotidiana en la que aparentemente no pasa nada pero pasa todo, pasa la vida». Los sentimientos fluyen mientras los vecinos del Valle acaparan la atención del oyente. Algunas historias ponen los pelos de punta. Por ejemplo, el desgarrador testimonio de Consuelo, la ‘petite española’, una niña que en plena Guerra Civil sufrió un maratoniano exilio que le obligó a residir en Madrid, Valencia, Lérida, Francia y Bélgica hasta que finalmente pudo regresar a su tierra. Ahora, en plena crisis humanitaria con Siria en el imaginario colectivo, Garmilla recuerda que esta heroína «fue una niña refugiada» como los miles a los que Europa cierra sus puertas hoy en día.La de Consuelo es una de tantas historias «increíbles» rescatadas del olvido que han permitido -sobre todo a las nuevas generaciones- «descubrir lo que fuimos para tratar de saber lo que somos e intuir lo que seremos en el futuro».En este lapso de tres lustros, las nuevas tecnologías han incorporado nuevas reglas al juego de la comunicación. La página web, las redes sociales y la posibilidad de emitir online han favorecido la construcción de un «webcindario» que cumple a la perfección los postulados de la aldea global de Marshall McLuhan.De locutor a regidorPrimero fue la radio, después -mucho después- la Alcaldía. Garmilla sabe que «es inevitable», pero no le gusta mezclar churras con merinas. Aún así, tampoco rehuye el tema. Los «quebraderos de cabeza» estuvieron muy presentes cuando se decidió a dar el salto al ser consciente de que esta compatibilidad «podía sonar mal». Sin embargo, tuvo claro desde el principio que debía «separar tajantemente una cosa de la otra». De momento, lo lleva «bien» y cumple con los compañeros de otros medios, pues «no cuento información que no publique previamente el Ayuntamiento en notas de prensa o en la página de Facebook».Tampoco recela de las posibles críticas a su gestión. Con las puertas «siempre abiertas», asegura que «cualquiera, en cualquier momento, puede intervenir y opinar libremente de lo que quiera», lo que incluye «poner a parir al alcalde sin problema».Pedrito Barcina, el dulzainero del Valle

El primer entrevistado de Radio Valdivielso ocupa un puesto de honor en la emisora. Pedrito Barcina, el dulzainero del Valle, no solo da nombre al estudio. Desde hoy, su retrato -obra del pintor local Luis Andrés Miranda- presidirá la estancia. A Jokin Garmilla le faltan adjetivos para describir a «una persona entrañable, tremendamente querida, un sabio, un filósofo... Y sobre todo muy buena gente».Pedrito, oriundo de Hoz, dejó huella entre sus vecinos. No solo en su pueblo, sino en todo el municipio. «Se recorrió todas las fiestas del Valle y de las zonas de alrededor durante toda su vida», recuerda el alcalde con nostalgia. Pero toca vivir el presente y mirar hacia el futuro con las enseñanzas presentes. Por ejemplo, su mítica filosofía sobre la fiesta: «nunca hay que abandonarla. Aunque seamos pocos en el pueblo hay que mantenerlas».Y así será. Para ello, la charanga de Marcus evocará su espíritu mientras se suceden los discursos, breves pero emotivos, en recuerdo de las personas, testimonios y acontecimientos que han forjado un movimiento comunitario a través de las ondas que reúne a personas de todas las edades con independencia de sus creencias y opiniones.

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