El Correo de Burgos

VALLE DE MENA

Los bomberos capturan 300 avispas asiáticas en dos meses

La Concejalía de Medio Ambiente enviará una muestra a la Junta la próxima semana / Los apicultores aplauden la autorización para trampear por su cuenta

Ejemplares de avispón asiático localizados recientemente en Valle de Mena.-ECB

Ejemplares de avispón asiático localizados recientemente en Valle de Mena.-ECB

Burgos

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En apenas dos meses, los bomberos voluntarios del Valle de Mena han capturado más de 300 ejemplares de avispón asiático a través de las 22 trampas colocadas en las áreas urbanas del municipio. Al mismo tiempo, los efectivos prosiguen con la retirada de nidos, que parecen multiplicarse en esta época del año debido a la expansión de las reinas tras el periodo de hibernación. A pesar del «considerable» número de avispas erradicadas, el concejal de Medio Ambiente y Ganadería, David Sáinz-Aja, asegura que «caerán más» durante los próximos meses.Dada la escasa respuesta de las administraciones en su momento, el Ayuntamiento apostó por un sistema pionero en Castilla y León consistente en la distribución de recipientes con jugo de cera fermentada o una mezcla de sirope, cerveza y vino. Se empezó con 12 trampas -dos de ellas artesanales-, pero hubo que comprar más debido a la amplitud del terreno y la proliferación de la vespa velutina procedente del País Vasco. De hecho, el edil asegura que es precisamente en las localidades próximas a la Comunidad vecina donde más avispas se capturan.El siguiente paso, una vez que los bomberos supervisan cada una de las trampas, es recoger todos los ejemplares para su identificación, anotando la fecha y el lugar. Ahora mismo, se encuentran bajo custodia en una cámara de refrigeración con el objetivo de enviar una muestra a la Consejería de Agricultura para su análisis. Lo más seguro es que el primer envío se lleve a cabo «la próxima semana».«No sé donde vamos a llegar», señala el concejal, cuya intención es incrementar el número de trampas «para abarcar más zonas». Su visión es compartida por los profesionales del sector, quienes llevan meses dando la voz de alarma ante la proliferación de esta voraz especie en el norte de la provincia.«Nos espera un verano terrible en Las Merindades», asegura Yolanda Martínez, presidenta de la Asociación Provincial de Apicultores Burgaleses (Asapibur). No obstante, aplaude la autorización del Gobierno regional para instalar trampas -previa autorización- en las zonas afectadas tras la reunión celebrada hace dos semanas en Burgos con los máximos responsables del Servicio Territorial de Medio Ambiente y de Agricultura.Al margen de considerar que el protocolo oficial hasta la fecha, con«cinco tramos por comarca», es insuficiente, el apicultor Ángel de la Fuente agradece que Agricultura haya decidido «tomar cartas en el asunto» después de mantener un conflicto de competencias con Medio Ambiente.Lo que está claro es que en Las Merindades se está produciendo una «expansión salvaje» con visos de llegar al resto de la provincia. Martínez comparte dicha apreciación, ya que «en las zonas donde no se han puesto trampas estarán campando a sus anchas». Y aunque no puede determinar el número de ejemplares, advierte que ha capturado más de 200 durante la presente campaña.El método troyanoA pesar de que hay que legislar su puesta en marcha por cuestiones fitosanitarias, los profesionales coinciden en que el método troyano es uno de los más efectivos para hacer frente a la vespa velutina. Bien es cierto que esta técnica ha generado cierta controversia, pues consiste en arrancar las patas traseras de un ejemplar para depositarlo después en el nido tras rociarlo con veneno. Al no poder deshacerse de dicha sustancia, se propaga por toda la comunidad eliminando por completo la colonia.Martínez tiene claro que a día de hoy es «la única alternativa». El problema es que de momento «no hay ningún producto autorizado», aunque la Administración parece dispuesta a dar luz verde a este método siempre y cuando se utilice un producto que no perjudique al medio ambiente. Por ello, los apicultores presentarán un proyecto ante la Junta para determinar «qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer y con qué insecticida».

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