Expertos del CSIC colaborarán en las excavaciones de Mota de Judíos

El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en concreto el equipo que dirige la investigadora Leonor Peña Chocarro, colaborará con en las excavaciones que se llevan a cabo en Castrillo Mota, con el análisis de todos los restos bioarqueológicos que se recuperen durante el proceso de excavación, aplicando para ello una metodología novedosa de flotación de los sedimentos con alto contenido orgánico.Dicha colaboración es una de las novedades de la campaña que se realiza en el entorno de la localidad burgalesa -retomada el pasado mes de mayo tras el parón invernal-, y fruto de la cual se han hallado abundantes restos de artesanía que ya analizan los expertos del equipo responsable, encabezado por María Negredo y Ángel Palomino.Los responsables explican que el sistema que empleará el CSIC, «permitirá recuperar una amplia muestra de semillas y de restos de fauna de pequeño tamaño que habitualmente resultan muy difíciles de recuperar en el proceso de excavación», detallan en un comunicado.«Estos aportarán, además, datos muy interesantes sobre los hábitos de consumo de los habitantes de la Mota, así como con otros aspectos relacionados con el paleoambiente de estos siglos centrales del medievo castellano», añaden.Los trabajos, que cuentan con el patrocinio de la Junta y una aportación de ésta de 35.000 euros, se llevan a cabo en la mota de la localidad, lugar de asentamiento e la comunidad judía desplazada desde Castrojeriz desde principios del siglo XI (año 1035) hasta principios del XIV (año 1311), en que se les permite regresar. Iniciativa cultural puesta en marcha por el Ayuntamiento local, cuyo objetivo «es recuperar la memoria del pasado sefardí de esta localidad representado en este yacimiento», detallan fuentes municipales. .300 años de historia

«Casi 300 años en los que existió en este lugar, un importante poblado cuyos restos están siendo descubiertos por esta excavación arqueológica», detallan los directores de las excavaciones. Añaden que «se están recuperando restos de cultura material -sobre todo piezas cerámicas-, destacando varios fragmentos pertenecientes a las características hannukiyá (lámpara de ocho receptáculos, siete de ellos para mecha y aceite y otro más auxiliar), empleadas para la celebración de la Fiesta de las Luces judía o Hanuká, en la que los niños son protagonistas».Asimismo, remarcan que los trabajos arqueológicos se han centrado principalmente en uno de los sectores que ya fuera sondeado en la campaña anterior, «y donde se identificaron restos de una construcción de cierta entidad construida con muros de adobe y tapial», concreta Palomino. Las excavaciones realizadas hasta el momento vienen a confirmar dicha hipótesis, «a la vez que están poniendo de manifiesto la complejidad de dicho edificio, con numerosas compartimentaciones, destacando dentro de una de las habitaciones la aparición de un silo para almacenamiento de grano», argumenta.Desde el Consistorio, comentan que otra iniciativa que se contempla es la posibilidad de que los trabajos de excavación «puedan ser visitados por diferentes colectivos, tanto escolares como asociaciones culturales o sociales, hasta principios del otoño», detallan. «Y siempre de forma coordinada con el equipo arqueológico que dirige los trabajos», puntualizan.