Los bomberos han intervenido en 14 incendios en lo que va de año

BRIVIESCA

La memoria semestral del Parque de Bomberos de Briviesca refleja que los incendios forestales son la situación que mayor número de veces a precisado la intervención de los voluntarios seguidos por el de vehículos.

De hecho la última de estas actuaciones, no recogida en la memoria, se produjo en la tarde-noche del primer día de julio dentro del casco urbano pero en una zona con abundante vegetación y arbolado.

Concretamente se declaró en los antiguos jardines de la empresa textil Cardenal aunque todo indica que comenzó en el paseo que bordea el río Oca al inflamarse las problemáticas pelusas de chopo provocando una fuerte humareda que alarmó a los vecinos de la zona.

El fuego se propagó con rapidez ayudado por la gran masa combustible acumulada en el jardín asilvestrado afectando incluso arbustos que quedaron completamente carbonizados.

Al extenderse, literalmente, bajo las capas de ramas y hierba seca el fuego afecto a una importante superficie con conatos en todas direcciones complicando la extinción del incendio a los bomberos briviescanos.

Afortunadamente el fuego no llegó a salirse del recinto vallado y la cercanía del parque de Bomberos al lugar permitió una rápida intervención en la que participaron agentes de la Policía Local, Guardia Civil y un agente medioambiental de la Junta de Castilla y León.

No es la primera ocasión en la que los voluntarios han de extinguir fuegos en zonas arboladas de la ciudad iniciados por las pelusas habiendo precedido a esta la que se declaró la noche de San Juan en las inmediaciones del parque de La Florida.

Las atípicas condiciones meteorológicas de este año despiertan la inquietud de los responsables de la extinción de incendios ya que el aumento de temperaturas y su alternancia con lluvias ha creado una situación singular. Según se indica, el ciclo de las plantas silvestres se ha visto modificado creándose capas de materia vegetal seca sobre la que han brotado nuevas tras las lluvias que, a su vez, crearán otra capa de vegetación seca.

Esto podría suponer que el fuego tendría mayor facilidad para desplazarse en una zona forestal al contar con combustibles superpuestos a lo que hay que añadir las antiguas capas de años precedentes.

De hecho la acumulación en zonas de monte de la comarca de restos vegetales es motivo de preocupación habitual ya que cualquier incidente con el fuego puede derivar en un peligroso incendio generalizado.

Una zona que presenta este año un alto riesgo es la de los pinares del entorno del santuario de Santa Casilda ya que gran parte de la masa forestal ha sido devastada por la oruga ‘procesionaria’ dejando secos a los árboles.

Por ello la prohibición de realizar fuego en zonas forestales durante la época estival tiene aún mayor importancia en esta zona donde las salidas familiares son tradicionales.

Esto es aplicable a la totalidad de los lugares de esparcimiento de los montes burebanos muchos de los cuales cuentan con instalaciones para barbacoas que no pueden ser utilizadas en la época de mayor riesgo de incendio.

En la memoria semestral también se recogen un total de quince intervenciones de asistencia técnica entre las cuales las causadas por la meteorología son las más frecuentes seguidas de las retiradas de enjambres. La cifra más positiva es la que recoge las actuaciones de salvamento siendo, como es habitual, los accidentes de tráfico los más habituales con seis rescates a los que se añaden dos en montaña.