El Cid vuelve a cabalgar en su tierra
Alberto Montaner ingresa en la lista de nombres ilustres que reciben la Tizona de Oro
Vivar del Cid volvió a rendir homenaje a su vecino más ilustre con el objetivo de «mantener vivo el recuerdo de Rodrigo: la leyenda, la historia y el mito». Tras un intenso fin de semana repleto de actividades para todos los públicos en la cuna del mítico guerrero, la Asociación Vivar Cuna del Cid puso el broche de oro a la XXII edición de las Jornadas Cidianas con la entrega de una réplica de la espada Tizona a Alberto Montaner, catedrático de la Universidad de Zaragoza y «el mayor especialista que existe a nivel mundial en el Cantar de Mio Cid».
Tras la concesión de este simbólico galardón -acordado por «unanimidad» entre todos los miembros de la asociación- los asistentes -entre los que se encontraban varios recreacionistas medievales- se encaminaron hacia la denominada Legua 0, que marca el inicio del Camino del Cid y que atraviesa las provincias de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante. Cumpliendo con la tradición, los promotores del evento realizaron un cálido y sincero homenaje a las banderas de estos territorios.
Ya por la tarde, los organizadores proyectaron el documental de Pedro Estepa y Elena Ferrándiz 'Bienvenido Mr. Heston', que narra la implicación de los vecinos de Torrelobatón (Valladolid) durante los tres días de rodaje de la película El Cid en dicha localidad.
Aparte de conocer con todo lujo de detalles la vida y hazañas del gran héroe local, los más pequeños de la casa disfrutaron de lo lindo el sábado con diferentes actividades como un concurso de dibujo de motivos cidianos, un taller de goma eva o los juegos populares.
Por su parte, la compañía teatral Ronco Teatro volvió a demostrar su talento escénico con la representación de varias escenas cidianas que, tal y como vienen demostrando desde hace años, encandilan a todos los públicos.
De forma paralela a los actos previstos durante el fin de semana, el mercado medieval volvió a convertirse en punto de encuentro para vecinos y visitantes, muchos de los cuales repiten cada año para revivir las gestas de don Rodrigo Díaz de Vivar.