El Cronicón de Oña contará en la obra con 160 colaboradores

Poder mostrar a los espectadores la historia de los siglos X y XI que marcaron el pasado de la villa condal de Oña, supone una auténtica movilización para los vecinos protagonistas de principio a fin de la representación. Así, desde principios de este mes se retoman los trabajos necesarios para que no falte el más mínimo detalle en la representación del Cronicón, sumándose de forma progresiva los participantes en las distintas áreas.Agrupados en la asociación de El Cronicón de Oña, las personas de la organización son voluntarios que trabajan de forma altruista junto a vecinos que, sin ser miembros, forman parte del grupo de actores y actrices. En este caso su aportación -también desinteresada- se hace con el trabajo de interpretación en un esfuerzo que dura casi un mes, y que denota la generosidad de estos vecinos hacia este proyecto colectivo.Actualmente está presidida por Berta Tricio, quien define a la asociación como «muy participativa», extendiéndose su actividad más allá de la prestigiosa representación teatral que la da nombre.Con la vista puesta en las fechas marcadas para este año, del 12 al 16 de agosto, en el taller de costura se repasan las decenas de trajes de época para que todos estén en perfecto uso.Trajes de los monjesEste año se sumaran remozados trajes de los monjes benedictinos para lo cual se han utilizado de forma estricta los patrones de la Orden. Hasta el más mínimo detalle de esta prenda se escruta pues algunas de las voluntarias están implicadas en el proyecto de la representación desde sus comienzos hace casi treinta años.Esta parte del trabajo previo a la representación es esencial y de gran envergadura, dado que los personajes lucen desde ropas tan dispares como de guerreros castellanos y musulmanes, de reyes y obispos así como de princesas y monjas.El natural desgaste de los elementos de la representación también ha llevado, en esta edición, a proceder a la restauración de todas las piezas ligadas al armamento y elementos de protección de las tropas castellanas y musulmanas.Estos elementos, realizados por un artesano local, ya se retocaron anteriormente, pero ahora han sido sometidos a un completo tratamiento de restauración.Como es costumbre en las ediciones de los últimos años la representación de El Cronicón de Oña, éste arrancará con una novedosa escena de calle basada en hechos históricos reales, y que hará retroceder la villa al año 1010 cuando se celebró la boda de Sancho III con Munia. Matrimonio concertado con el que se buscaba estrechar relaciones entre el condado de Castilla y el reino pamplonés, reflejando la escena el acuerdo sobre el casamiento en la escalinata de la iglesia abacial de San Salvador de Oña con música, danza y un texto en romance.Como en la precedente edición, la dirección de la puesta en escena correrá a cargo de Perfecto Utiel, manteniéndose la progresión dinámica de la representación escenificada en el Altar Mayor de la iglesia abacial.Algo especialmente destacable de la obra es que, sin modificar el contenido, los cambios que cada edición se introducen hacen que el espectador habitual asista a una nueva cada año pero con el espíritu inamovible tras casi treinta años.Esto está muy relacionado con el hecho de que resulta habitual que los niños que participan en las escenas con el paso del tiempo van asumiendo otros personajes de su edad con lo que, literalmente, el Cronicón crece año a año con los onienses. Este vínculo prácticamente personal entre el Cronicón y los onienses le transmite una especial fuerza en la interpretación de los distintos personajes históricos.Varios de ellos también presentes en la representación desde sus últimas moradas que flanquean el escenario de la obra. Su calificación como Fiesta de Interés Turístico regional la hace ser muy visualizada en todas las ediciones. Por ello, las entradas para las representaciones de este año se pondrán a la venta a partir del día 30 de este mes para las representaciones de los días 12 al 16 de agosto.