Refugio ribereño con historia y encanto

Caleruega es una de las paradas obligadas en la Ribera del Duero. Su magnífico conjunto monumental, sus lagares y sus bodegas subterráneas invitan a caminar y a disfrutar de una villa que está cuidada con mimo y al milímetro. Situada a 23 kilómetros de Aranda, y a 18 kilómetros de Peñaranda, Caleruega rezuma historia por sus cuatro costados. El Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán (siglo XIII), el convento de los Padres Dominicos con el Torreón de los Guzmanes y la iglesia parroquial de San Sebastián - que protege la tumba de Santa Juana, madre de Santo Domingo-, hacen de Caleruega un referente turístico de primer orden en la provincia.Como cuna de Santo Domingo de Guzmán, (fundador de la Orden de Predicadores y patrono de la provincia de Burgos), este año se encuentra inmersa en la celebración del VIII Centenario; una efeméride que espera contar con la presencia de los Reyes de España y de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.Si aceptan la invitación, Sus Majestades podrán contemplar la belleza del sepulcro de la Infanta Leonor así como la vestimenta que esta portó el día de su muerte (cuya exposición se acaba de abrir al público). El trabajo realizado por Patrimonio en estas telas medievales resulta espectacular.Hay que recordar que aunque el panteón dinástico de la casa real castellana se ubicaba en el monasterio cisterciense de Santa María la Real de las Huelgas de Burgos, Alfonso X decidió que el cuerpo de su hija Leonor fuese sepultado en el convento de las monjas dominicas, que él mismo había fundado en Caleruega, para reforzar así su compromiso con la Orden.Hoy, entrados en materia, el centenario se traduce en conciertos, exposiciones y recreaciones históricas, como la celebrada este verano del Privilegio que concedió Alfonso X El Sabio en 1270.En el recorrido no puede faltar una parada en el Torreón de los Guzmanes. Inaugurado en agosto de 2014, y datado en los siglos X y XI, se encuentra catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1949. Con una altura de 20 metros, se construyó sobre la casa solariega de los padres de Santo Domingo, que nació en Caleruega en 1170.En la visita se profundiza en la vida de Santo Domingo, en su aportación a la Iglesia y a la historia de la Humanidad.Además permite vislumbrar cómo era una villa fortificada en la Edad Media. Asimismo, para los que quieran disfrutar de la naturaleza, la ruta de las Loberas da buena cuenta del rico patrimonio natural que atesora la localidad, así como de los yacimientos arqueológicos que sacó a la luz la ermita que erigió el hermano de Santo Domingo, a mediados del siglo XIII.Para comer o cenar, hay dos opciones, Prado de las Merinas y el Hostal Las Peñas, mientras que para dormir Prado de las Merinas cuenta con hotel y además hay otras dos casas rurales, la Casa del Venancio y casa rural El Torreón. La visita no defrauda.