Alimentos de primera y obras de exposición

Los productos hortofrutícolas y el trabajo de los artesanos volvieron a llenar ayer la plaza del Padre Cereceda de Oña -popularmente conocida como del Mercado- para celebrar la XXI edición de la Feria Agraria y Artesanal. La cita contó con la participación de 60 expositores -la mayoría de Castilla y León- que transformaron una año más el evento en un escaparate al aire libre para mostrar y vender sus productos directamente a los consumidores. Según apuntó la organización a última hora de la tarde, se trata de una de las entregas más concurridas hasta la fecha, ya que logró congregar a alrededor de 4.000 personas.La meteorología jugó en favor de la feria, cuyos puestos abrieron sus puertas a las 10 horas. Poco después, los miembros del jurado visitaron cada uno de ellos con el fin de conceder premios a los más destacados. En la categoría de Hortalizas, Frutas y Legumbres, los propietarios de huertas locales y comarcales mostraron sus excelentes ejemplares al igual que los productores del Valle de las Caderechas, quienes brillaron con luz propia gracias a sus manzanas de alta calidad recién recogidas de los árboles. Por su parte, la categoría de Productos elaborados aglutinaba a panaderos, apicultores, queseros y pequeños transformadores de los manjares típicos de las industrias agroalimentarias de la provincia.Tampoco desmerecieron las obras expuestas por los artesanos, quienes hicieron gala de una amplia variedad de trabajos que puso en aprietos a los clientes a la hora de comprar.Así pues, los miembros del jurado no lo tuvieron nada fácil a la hora de elegir a los ganadores. De hecho, estuvieron deliberando durante bastante tiempo. Finalmente, los ganadores fueron Felipe Martínez (Hortalizas, Frutas y legumbres), María Antonia García (Alimentos Elaborados) y Soraya García (Artesanía), mientras que el premio especial al mejor puesto recayó sobre Forja y Madera Linaje por la variedad y originalidad en el montaje del puesto.De hecho, durante las horas centrales, resultaba complicado recorrer la feria a pesar de que se habilitó parte de una de las calles laterales como recinto ferial para dar cabida a los expositores. En dichas calles se montaron pequeños photocall con elementos y materiales de época que fueron muy bien acogidos por los visitantes, que aprovecharon la oportunidad para llevarse un recuerdo gráfico del evento.Al mismo tiempo, muy poca gente resistió la tentación de adquirir algún producto -sobre todo alimenticio-, ya que los puestos ofrecían degustaciones como prueba de su calidad.El hecho de que la Feria Agraria y Artesanal de Oña forme parte del circuito de ferias y certámenes de la Junta de Castilla y León demuestra la proyección de esta iniciativa. También revela que se ha convertido, tras 21 años de presencia continuada, en un referente dentro del calendario ferial de la provincia. Por ello, la gran aspiración ahora mismo pasa por lograr el mismo status en el ámbito autonómico.