15.000 euros en cinco años para la Asociación Síndrome de Down

Son pocos -alrededor de 80 vecinos, bien avenidos y sobre todo solidarios. San Adrián de Juarros conforma su calendario de actividades anual atendiendo a las necesidades de colectivos que requieren ayuda -económica o material- para seguir prestando asistencia a quienes más lo necesitan. La Asociación Síndrome de Down de Burgos, por ejemplo, se beneficia desde hace años del altruismo desinteresado de un pueblo implicado al cien por cien con las causas justas. El alcalde de la localidad, Florencio Martínez, estima que en el último lustro la asociación ha percibido en torno a «15.000 euros» procedentes de diversas actividades como la Marcha Nocturna o la Quedada Motera MotoDown.Uno de los principales logros de este año tuvo lugar a finales de julio. Lo que antaño era la excusa perfecta para celebrar el día de la Virgen de las Nieves en el barrio de Brieva con un «vino español»el primer fin de semana de agosto se reconvirtió en una Paella Solidaria. Esta vuelta de tuerca consensuada por los vecinos y la Corporación municipal dio lugar a una iniciativa «mucho más interesante» que desde hace un par de años sirve de apoyo para el Banco de Alimentos de Burgos.El menú, «a cuatro euros por persona», ha permitido recaudar lo suficiente como para adquirir 1.000 litros de leche en cada ejercicio.A tenor de la respuesta obtenida en ambas convocatorias, el regidor no puede estar más orgulloso, máxime cuando Brieva apenas cuenta con «12 vecinos» que coordinaron una paellada para alrededor de «180 personas» -principalmente vecinos de San Adrián y de pueblos limítrofes- que se sumaron a una «iniciativa muy bonita y saludable».Martínez no duda en ceder el mérito a sus paisanos, que en «estos tiempos tan difíciles» se desviven por el prójimo. Aún con todo, asevera que «mientras yo esté al frente del Ayuntamiento tengo idea de seguir» impulsando acciones solidarias en cada una de las actividades que se programan a lo largo del año.Al mismo tiempo, sostiene que cualquier otro alcalde haría lo mismo con independencia de su filiación ideológica, ya que «en los pueblos el color político no existe». Y es que como se ha dicho toda la vida -con razones de peso- «en los pueblos siempre se vota a la persona».