La DO Arlanza busca la implicación de los burgaleses para «hacer patria»

La escena es habitual en cualquier bar de León o Valladolid. Cuando el cliente pide un Rioja, el camarero tiene dos opciones: informarle de que solo hay Ribera o servir el vino a regañadientes. No ocurre lo mismo en Burgos, con permiso de Aranda claro está. «Tenemos demasiado implantados los vinos de Rioja», señalaba ayer, con cierta envidia sana, el presidente de la Denominación de Origen (DO) Arlanza, Miguel Ángel Rojo, durante la presentación de sus caldos en el hotel NH Collection.Siempre dispuesto a «hacer patria» por los vinos de la provincia y de Castilla y León, Rojo lanzó un guiño al consumidor burgalés para que se decante por una DO humilde pero con «un gran potencial». Sin embargo, su «pequeña heridita» tras comprobar en más de una ocasión que en algunos establecimientos hay Rioja «en cantidades grandes» y a lo sumo «un poquito de Ribera» confronta con las «gratas satisfacciones» cada que vez visita la capital al «ver que hay Arlanza».Asimismo, destacó el «buen trabajo» del Consejo Regulador en áreas estratégicas de España como Madrid, el Levante o las zonas costeras, una «grata sorpresa» para una DO que no lo tiene nada fácil al situarse en una Comunidad con nombres de reconocido prestigio dentro y fuera de la península.Entretanto, esta joven Denominación ha conseguido abrirse mercado «poquito a poco» fuera de nuestras fronteras. «Dando los pasos correctamente», Rojo detalló que en la actualidad el 25% de la producción se exporta a países como China, Perú, Francia, Italia, Alemania, Bélgica o Estados Unidos. Por si fuera poco,, en estos momentos dos de sus bodegas participan en la prestigiosa feria Hong Kong International Wine & Spirits Fair.«Buenas perspectivas»La cosecha de este año no ha sido de récord, pero sí una de las mejores en su corta trayectoria en términos productivos: 1,26 millones de kilos, lo que supone una media de 3.100 kilos por hectárea. A este respecto, Rojo precisó que la última campaña fue benigna en cuanto al tiempo -«salvo unas pequeñas lluvias» que no afectaron a la vendimia, ya que «se trabaja los fines de semana»- y la ausencia de enfermedades.Por otra parte, el presidente de la DO garantizó que este año «se ha metido una uva excepcional» que ofrece «buenas perspectivas» para la añada, aunque prefirió no aventurarse y esperar a junio para emitir un dictamen definitivo sobre la calidad de los vinos.Sea como fuere, vengan bien o mal dadas, Rojo se siente afortunado de participar en «un mundo que me encanta». Y es que «la viña es dura, pero te da muchas satisfacciones».