Asaja critica la permisividad ante el lechazo francés
Critica que 140.000 de los 300.000 que se venden en diciembre «no son de la región, sólo se matan aquí, algo que las administraciones saben pero no frenan»
Dujo (centro) y ambos ganaderos afirmaron que con la ley, se protegerá el producto, al productor y al consumidor.-
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), exige a las administraciones «que se tomen en serio de una vez el grave problema que su permisividad ante lechazos llegados de Francia supone para los productores locales», y remarcó la importancia de que se ponga en marcha de forma efectiva y tajante la Ley de Cadena Alimentaria aprobada en 2014. «Pues supondrá la aplicación de pautas que ayudarán a asegurar el futuro de este sector, y que se deje de engañar al consumidor».El presidente regional de la agrupación, Donaciano Dujo, recordó ayer en Burgos que «casi la mitad de los lechazos que se sacrifican en Castilla y León ni siquiera son de la región, a pesar de venderse como tal, y sobre todo de cobrarlo al ciudadano como producto de calidad cuando no lo es», denunció. Detalló que cada año 2,3 millones de corderos se sacrifican en el país. Sacrificios de los que 1.850.000 se realizan en Castilla y León y de éstos 300.000 sólo en el mes de diciembre.«El problema es que de esos 300.000 sólo 170.000 son criados en la región, mientras que los 130.000 restantes proceden de Francia y se les trae a matar a cualquier matadero regional, para así venderlos como propios de aquí».De ahí que la agrupación agroganadera exija a las administraciones que se detalle esta circunstancia «pues se vende como lechazo regional un alimento que es un subproducto de menor calidad».Dujo reprochó que mientras en el resto de países esa información está perfectamente detallada en grandes y pequeños comercios -dando así la opción al consumidor a optar por uno u otro-, «en España no sólo no se detalla sino que se permite la trampa, con la que no sólo se engaña al consumidor, sino que se resta producción al profesional regional, y se aboca al cierre a las pequeñas explotaciones». Recuerda que, en la actualidad, las explotaciones rondan las 200.000 en la región, que producen al año más de 2,5 millones de cabezas de ovino. «Y que podrían ser más para completar ese consumo real».«Producción a pérdidas»Dujo apoyó su argumento también en el descenso de precios, frente al aumento de costes que confluyen en la crianza del lechazo. Así, cifró en 6,20 euros el precio por kilo de lechazo vivo en 2014 frente a los 5,10 euros de la actualidad. «Lo que supone apenas 60 euros por lechazo, pues no debe superar los 9-10 kilos de peso para considerarlo como tal», explica. «Animal que sólo en leche para alimentarle consume 45-50 euros, lo que hace que a partir de enero -en que el precio baja a menos de 4 euros-, produzcamos para perder», se lamentan los productores José Luis Alonso y José Luis Arribas, quienes acompañaron ayer a Dujo.Por todo ello, reprocharon a las administraciones estatales y regionales su permisividad, y pidieron la puesta en marcha de dicha ley «ahora que ya no existe la traba de un gobierno en funciones». Normativa que, entre otras cosas, obligará a llevar en su etiquetado los datos reales de procedencia -no sólo de sacrificio- de todos los productos alimenticios. «Por ello, al consumidor le aconsejo que busque lechazos con marca de garantía IGP o sello de Tierra de Sabor, así estará seguro de su compra».