El Correo de Burgos

La Procesión de la O abarrota el casco histórico de Briviesca

Más de 3.000 personas celebraron esta tradición en la que los niños son protagonistas

La Plaza de Santa María registró uno de los mayores llenos de los últimos años.-G.G.

La Plaza de Santa María registró uno de los mayores llenos de los últimos años.-G.G.

Burgos

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Briviesca miraba al cielo a primera hora de la mañana con la esperanza de que la meteorología no empañase la popular Procesión de la O. Con el deseo cumplido, el casco histórico del municipio congregó a más de 3.000 asistentes que portaban las tradicionales cerrillas mientras entonaban la coplilla que da nombre a esta procesión.Tal y como marca la costumbre, en el encuentro participaron vecinos y visitantes de todas las edades que acompañaron a los más pequeños en esta singular tradición que marca el inicio de las fiestas navideñas en la capital de La Bureba.De nuevo, niños y niñas fueron los principales protagonistas del acto desde el inicio. En la iglesia parroquial de San Martín, varios grupos de pequeños entonaban diferentes villancicos populares mientras se representaba la Anunciación y la Adoración de los pastores y de los Reyes Magos al Niño Jesús.A continuación, la puerta del templo se convirtió en la parrilla de salida de la procesión, que volvió a recorrer las calles del casco histórico mientras los asistentes escuchaban la coplilla popular en honor a la Virgen que interpretaron los niños asistentes junto a los mayores que les acompañaban.Entretanto, los pequeños portaban sus velas encendidas mientras hacían gala de su alegría por la recuperación de una tradición navideña que corrió el riesgo de desaparecer hace algunos años.Afortunadamente, los colectivos sociales que se agrupan en la Navidad Cultural se encargaron de garantizar su salvaguarda y mantenimiento.Aunque se desconoce el inicio exacto de la fiesta, se sabe que su origen es muy antiguo. Según la documentación disponible al respecto, todo parece indicar que su nacimiento está vinculado a las antífonas de la O. Y es que por este nombre eran conocidas las siete antífonas que empiezan por la interjección latina O en su sentido de admiración, que antiguamente se cantaban sucesivamente durante los siete días que precedían a la fiesta de la Natividad.Con el paso de los años, los briviescanos transformaron este rito religioso en la Procesión de la O, momento en el que los más pequeños salían ha recorrer las calles de la ciudad con la ‘cerilla’, una vela encendida muy delgada y larga que se acompaña del canto de coplillas cuya letra y música se transmitía de forma oral de padres a hijos.Esta fórmula continúa hoy vigente. De hecho, resulta muy habitual que los pequeños aprendan la coplilla de los labios de sus abuelos y padres, quienes posteriormente les acompañan en el recorrido.Diversas circunstancias propiciaron que en el pasado la fiesta apenas contara con respaldo popular. Por ello, los colectivos sociales que participan en la Navidad Cultural de Briviesca y los responsables municipales diseñaron un nuevo formato partiendo del respeto a la procesión como acto principal pero añadiendo la iluminación navideña de las calles. Además, recientemente se incluyó la participación de la estrella de la Anunciación y de la Luna junto a una comitiva de pequeñas estrellas.Por su parte, los colectivos que participan en el desarrollo del programa de actividades de la Navidad organizan una chocolatada popular al finalizar el recorrido que este año se vio casi desbordada por la masiva participación.La respuesta de los briviescanos se mantiene en el tiempo, habida cuenta del notable número de niños en la ciudad. Es más, se estima que la última edición ha sido de las más concurridas de los últimos años gracias al llenazo de la Plaza de Santa María.Una vez finalizada esta tradicional forma de comenzar los eventos festivos en Briviesca, el municipio tiene ante sí un amplio programa se desarrollará duran los próximos días.

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