El 97% de las granjas porcinas sobresale en bioseguridad

El sector porcino saca pecho. España lidera la exportación en Europa, ostenta la medalla de bronce a nivel mundial -por detrás de China yEstados Unidos- y la Comunidad tiene «buena parte de culpa». Lo dejó bien claro ayer, a base de datos, el director general de Producciones Agropecuarias e Infraestructuras de la Junta de Castilla y León, Jorge Llorente, quien hizo hincapié en la importancia de controlar la prevención sanitaria en todas las explotaciones para seguir compitiendo con garantías en los mercados internacionales. En este sentido, explicó que Castilla y León cuenta con una nota de «sobresaliente», ya que la seguridad en el 80% de sus granjas es «alta o muy alta». Por provincias, según precisó el delegado territorial de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, Burgos lidera el ranking autonómico con un 97,3%.«Tenemos que estar orgullosos de nuestro sector», proclamó Llorente a la hora de abordar su valor económico. Y es que la Comunidad aporta «cerca del 33% de la producción final ganadera», amén de generar «más de 900 millones de euros a las cuentas regionales. De igual manera, puso el foco en la expansión comercial del porcino español más allá de la Unión Europea. En apenas cinco años, de 2010 a 2015, las exportaciones aumentaron un 69%. De nuevo, Castilla yLeón volvió a jugar un papel predominante al hacer lo propio «en casi un 100». ¿A qué se debe este fenómeno? El responsable regional de Producciones Agropecuarias subrayó que este «ritmo superior» no es un hecho «casual», sino que obedece a la «profesionalidad» de un sector «valiente» que «ha afrontado los retos que se han puesto en su camino». No obstante, la senda del crecimiento continúa topándose con más de un obstáculo, empezando por unos «márgenes muy ajustados». Aún con todo, destacó que los profesionales del gremio «han sabido sobreponerse a los problemas» en todo momento.

Sea como fuere, Llorente indicó el sector no debe «caer en la autocomplacencia». Todo lo contrario, «el secreto es ir mejorando», puesto que «los competidores y los mercados no van a dar respiro» porque «todo el mundo va a querer tener un nivel de excelencia sanitaria como el nuestro». Por lo tanto, «un pequeño fallo, un descansar en esta vigilancia, puede ser malo», apostilló.¿Efecto trump?¿Hasta qué punto podría influir el cambio de Gobierno en la Casa Blanca? «Es muy pronto para hacer proyecciones», afirmó Llorente, sabedor de que el mercado agroalimentario es «muy cambiante» y «cualquier país puede implicar ciertos condicionantes a la comercialización», entre ellos la «sanidad». Así pues, remarcó que el sector no puede «bajar la guardia», si bien posee un abanico de posibilidades cada vez mayor que permite buscar nuevos «huecos».Además, recordó que el porcino «siempre está en tensión», aunque cuenta con recursos suficientes para tejer «rápidamente» relaciones con otros países gracias a la «importante labor por parte de los profesionales, que han sabido diversificar y acoplarse a otros mercados que antes eran inimaginables».