El PP de Villagonzalo dimitió por «hartazgo y falta de apoyo»

«El hecho de que se hubiera tomado por norma hacer los plenos por las mañanas, sabiendo que dos de nosotros no podríamos acudir por trabajo, fue sólo la gota que colmó el vaso de meses y meses de desplantes, prácticas que considerábamos irrespetuosas e incluso presuntamente ilegales». Éstas son las primeras explicaciones ‘oficiales’ que el grupo municipal del PP ha dado, con voz unánime, tras conocerse la dimisión durante la celebración del Pleno del día 9, de sus cuatro concejales: Ana Isabel Ruiz, Rubén González, Julio Pérez Zamora y Ramona Gómez.Razón por la cual el Ayuntamiento local se encuentra hoy sólo compuesto por 5 concejales del PSOE -con la alcaldesa Purificación Ortega a la cabeza-, y cuatro asientos vacíos, tras desconocerse aún si los siguientes en la lista popular presentada a las pasadas elecciones de 2015, aceptarán o no tomar el relevo.Aunque desde el Consistorio se confirma que ya se han enviado las actas de dimisión de los cuatro concejales a la Junta Electoral -los cuales explican que registraron su renuncia al día siguiente del Pleno- se desconoce cuándo la corporación volverá a la normalidad. «Aunque esperamos que sea pronto, porque la decisión no fue nada fácil», confiesan todos ellos.Los más de 1.800 vecinos de Villagonzalo mostraban estos días su sorpresa, ya que sólo tenían como referencia del conflicto, la colocación por parte del Ayuntamiento, de la fotocopia de parte del acta plenaria del 9 de febrero en diferentes puntos del pueblo.En ella se detallaba como argumento dado por los ediles del PP para su renuncia, el cambio de hora de los plenos con el fin de dificultar la asistencia a éstos de los populares. «Así como motivos personales», comentaba este fin de semana la alcaldesa, Purificación Ortega, al preguntarle respecto a posibles conflictos políticos o ideológicos que podrían haber motivado la reacción de los cuatro miembros de la oposición. «Razón a la que añadieron ‘motivos personales’, los cuales tendrán que explicaros ellos, porque yo no los sé», añadía la alcaldesa socialista.Sin embargo, y a tenor de los argumentos dados por los populares, el malestar por los plenos resultó ser ‘pecata minuta’. «Lo nuestro es ya hartazgo ante esta situación que se repite desde hace mucho tiempo, y ya estamos cansados de intentar mirar por el pueblo y encontrarnos con todo tipo de trabas», comentan. «Y eso también duele, pues en el grupo hay gente que lleva poco tiempo pero también personas que llevan más de una década peleando por intentar que todo mejore, y no recibimos más que desplantes por un lado, y poco apoyo por otro», explican.Detallan que han sido meses y meses de pedir las cuentas «y no dársenos nunca; de desconvocar las comisiones y enterarnos al llegar a ellas, de encontrarnos nuestro correo abierto, de preguntar por modificaciones de obra -de las que nos enterábamos al ver a la gente trabajando- y a pesar de ser obligatorio por ley que pasen para su aprobación por pleno no se había hecho....», relatan.«Pero sobre todo, ante ‘el circo’ que eran los plenos por el enfrentamiento directo entre la alcaldesa y el secretario, entre quienes hay cruce mutuo de denuncias en los tribunales, lo que daba lugar a discusiones que copaban todo el pleno sin que se solucionara nada».«Insostenible» situación que pusieron en conocimiento de los dirigentes del PP de Burgos y de la Diputación. Porque si bien confiesan haber dudado de la presunta ilegalidad de algunas cosas en el Ayuntamiento, «no estábamos seguros y quisimos informar al partido al respecto, ya que nosotros no sabíamos muy bien qué hacer». Sin embargo confiesan haber sentido «cierto desamparo, pues sólo se nos dijo que ya se nos informaría desde la asesoría jurídica de la Diputación, y la verdad es que nos sentimos poco apoyados».Reconocen también que quizás sí podrían haber llevado como grupo municipal estas cuestiones a los tribunales, «pero al no ver demasiado apoyo osotros tampoco queríamos meternos a título personal en pleitos municipales». De ahí que «comenzáramos cediendo, puesto que entendimos que el enfrentamiento no iba más que en detrimento de los vecinos». Como en el caso de los plenos, «aunque el reglamento marca su celebración por las tardes», remarcan. «Pero mosquea ver que encima de que te preocupas, se aprovechan, y llega un momento en que te hartas».