UPA-COAG denuncia la desaparición del sector agrícola en la zona norte

Hasta la década de los 90, Las Merindades era una comarca «realmente sostenible» que «no creaba problemas medioambientales» y que «generaba puestos de trabajo», tanto directos como indirectos. El vacuno, por ejemplo, contaba con un censo similar al de la macroexplotación de 20.000 vacas que se pretende instalar en Noviercas (Soria). Sin embargo, el coordinador de la organización agraria COAG en Burgos, Carlos Javier Lucio, denunció ayer que la actividad agroganadera en la zona norte «ha desaparecido». A lo sumo, se ha convertido en un fenómeno «casi testimonial» por culpa de los «errores cometidos» desde las administraciones.Su diagnóstico sobre la crisis de la ganadería en Las Merindades pero extensible al resto de la provincia coincide con el de la alianza UPA-COAG, que se manifiesta mañana en Valladolid con el objetivo de denunciar las «políticas nefastas» que a su juicio han impulsado tanto el Gobierno autonómico como el central a lo largo de los últimos años.En este sentido, el coordinador regional de la alianza, Aurelio González, señaló que las «normativas globales» que rigen el sector desde 2004 «han favorecido el cuento de la libre competencia y así nos ha ido». Prueba de ello es que «desde 2006 a 2016» Castilla y León ha perdido «un 4% de población». Y lo que es peor, dicho porcentaje en el medio rural «es del 12%».A este respecto, González reiteró que este descenso demográfico ha repercutido negativamente en el sector primario de la Comunidad, que en 2008 registró 92.298 declaraciones de la renta con ingresos agrarios, mientras que en 2014 bajó a 73.988. Es decir, un 19,8% menos tan preocupante como la caída, en un 30%, del rendimiento neto declarado durante el mismo periodo de tiempo.Tampoco invitan al optimismo los datos relativos a las cotizaciones a la seguridad social por parte de «los que vivimos exclusivamente de la actividad agraria». Y es que a lo largo de estos ocho años, Castilla y León ha perdido «tres agricultores y ganaderos diarios» al pasar de 50.145 cotizantes a 41.500, lo que supone un descenso del 17,5%.«Políticas reales»La protesta de la organización agraria parte desde múltiples frentes, aunque la cuestión de fondo es la aplicación de «políticas reales» que ayuden a frenar la despoblación en el medio rural. Para ello, la alianza apela al desarrollo de normativas eficaces que garanticen la rentabilidad de las pequeñas explotaciones en lugar de «favorecer a las multinacionales».De lo contrario, el coordinador regional de UPA-COAG apuntó que «la gente se va a seguir marchando». Dicho esto, remarcó la apuesta del sindicato por la «incorporación de mujeres» y el «desarrollo social» de cara a garantizar los servicios básicos -sobre todo sanitarios- en los pueblos.