La Junta aboga por respetar los plazos del Gobierno sobre Garoña

Las declaraciones del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, sobre la inviabilidad económica de Garoña han encendido las alarmas entre los partidarios de su reapertura. Ayer, el Gobierno regional decidió desmarcarse de la «ceremonia de la confusión» que gira en torno al futuro de la planta a través de un comunicado en el que critica la postura de la compañía eléctrica, copropietaria al 50% de la central junto a Endesa.Aparte de expresar su «sorpresa» por las palabras de Sánchez Galán «antes de conocer las condiciones» relativas a «inversiones y plazos», el Ejecutivo autonómico no ve con buenos ojos que Iberdrola trate de convencer a Endesa de cerrar «definitivamente» la planta a través de «un escrito de desestimiento de la solicitud que ellos mismos (...) habían formulado hace tres años».La Junta no solo reafirma su postura favorable a la continuidad de Garoña para evitar la «pérdida de casi mil empleos en una zona del norte de Burgos con difíciles alternativas de actividad económica y de ocupación». También aboga por el plazo de seis meses establecido por el Gobierno central para consultas tras el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que avalaba «todas las exigencias técnicas y de seguridad establecidas».En la misma línea se mueve el comité de empresa de Nuclenor, que no solo agradece el apoyo de la Junta, sino que además insiste en que el dictamen favorable del CSN «es lo que tiene que prevalecer». Sobre el «revuelo» de los últimos días sobre el actual posicionamiento de Iberdrola, el portavoz del comité, Pedro San Millán, tacha de «desafortunado» tanto el «momento» como las «formas», máxime cuando la comunicación con el director de la empresa siempre ha sido «fluida e inmediata».Los trabajadores recibieron con «sorpresa» y «desilusión» las declaraciones de Sánchez Galán durante la Junta de Accionistas de la compañía. Hubiese deseado conocer su postura a través de otra vía y no por los medios, sobre todo porque «llevamos cuatro años trabajando para garantizar la máxima seguridad de la central».La incertidumbre se cierne sobre la plantilla a la espera de que se reúna el Consejo de Administración de Nuclenor. Será entonces cuando «se pongan las cartas sobre la mesa» y a partir de ahí «esperar a ver qué pasa» pese a «saber que el informe es favorable», recalca San Millán.¿Y si Iberdrola se mantiene en sus trece? «Puede ser que no se decida nada y haya una nueva convocatoria», explica el portavoz del comité de Empresa convencido de que es necesario «hablar con todas las partes» para alcanzar un acuerdo, si bien desconoce lo que puede ocurrir finalmente.Aún con todo, San Millán confiesa que el optimismo que despertó el informe favorable del CSN comienza a difuminarse, hasta el punto de que el horizonte de la reapertura «lo vemos un poco menos claro». Además, es plenamente consciente de que «el paso del tiempo va en contra de las posibilidades» de reactivar la actividad de la planta. Sin embargo, reitera que «seguimos trabajando» para su puesta a punto en el caso de que el Gobierno decida renovar la licencia de explotación.Entretanto, la Junta prefiere no valorar el «cambio de criterio» de Iberdrola, aunque lamenta que la compañía «no ha tenido aún la deferencia de comunicar directamente (...) ni su nueva voluntad de cerrar Garoña ni las causas por las que ahora la considera económicamente no rentable». Al mismo tiempo, cree que Endesa «no parece compartir» dicha visión, al menos «en principio».