El Correo de Burgos

Nofuentes deja de ser pedanía y se integra en Cuesta Urria

El alcalde municipal lamenta que las juntas vecinales «tienden a desaparecer»

Iglesia de San Pedro y San Pablo de Nofuentes, desde ayer barrio de Cuesta Urria.-TXO

Iglesia de San Pedro y San Pablo de Nofuentes, desde ayer barrio de Cuesta Urria.-TXO

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Nofuentes ronda los 200 habitantes, pero ninguno quiso adquirir responsabilidades en la gestión de la pedanía durante las últimas elecciones municipales. «Ni en las anteriores», apunta el alcalde de Merindad de Cuesta Urria, Alfredo Beltrán. Por ello, el Ayuntamiento adoptó en pleno, el 27 de julio del año pasado, la supresión de esta entidad local menor, que ayer pasó a convertirse oficialmente en barrio del municipio tras la publicación del acuerdo en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).

Beltrán asegura que se intentó buscar «por todos los medios» candidatos a representar la Junta Vecinal de la pedanía. También se barajó la posibilidad de crear una comisión gestora que se hiciese cargo, pero finalmente resultó imposible aplicar dicha fórmula.En principio, la integración de Nofuentes como barrio de Cuesta Urria no supondrá grandes cambios para la Corporación municipal, dado que ya asumía con anterioridad la prestación de los principales servicios como el suministro de agua y luz. De hecho, se hizo cargo en su día de la renovación integral de la red de saneamiento y abastecimiento de la localidad, a excepción de una pequeña zona cuya obra se ejecutará próximamente.El Ayuntamiento no esperó por tanto al anuncio en el Bocyl para adaptarse a esta nueva realidad. Hace dos meses, por ejemplo, procedió al arreglo de una calle. Aún con todo, a Beltrán le da «pena» que se pierda una Junta Vecinal, máxime cuando no es la única en esta situación, pues Villavedeo también está «a punto de desaparecer» por el mismo motivo.Puede que el caso aislado de Nofuentes no suponga un «gran esfuerzo» para la Corporación, pero un efecto dominó resultaría preocupante al tratarse de un municipio con un presupuesto ajustado. Además, sentimentalmente se trata de una «pérdida importante» por lo que simbolizan las juntas vecinales en el medio rural. A este respecto, el regidor considera que «por desgracia» estas entidades administrativas «tienden a desaparecer». Y no solo por la falta de implicación a la hora de asumir responsabilidades en su gestión. También influye, y mucho, el hecho de que las pedanías deben hacer frente a las mismas obligaciones tributarias que los ayuntamientos.Por otro lado, Beltrán lamenta que la disolución de Nofuentes como entidad local menor supone la pérdida de la ayuda de 15.000 euros que hasta ahora percibía por parte de la Diputación. Y es que una vez que la pedanía pasa a integrarse en el municipio, el Consistorio no puede percibir esta partida que resultaba de gran utilidad para acometer obras menores.Aunque el acuerdo establece la posibilidad de presentar un recurso de reposición, el alcalde cree que decisión ya es «irreversible», pues duda de que ningún vecino quiera revertir la situación e implicarse en la gestión pública de la localidad.

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