Cerca de 300 personas exigen el cierre de Garoña en Miranda

Alrededor de 300 personas, según confirmaron fuentes de la Coordinadora contra Garoña, se dieron cita ayer en Miranda de Ebro para pedir el cierre definitivo de la central nuclear en un acto en el que participaron las organizaciones integrantes de la Coordinadora contra Garoña y el Foro contra Garoña, y en el que también intervinieron las coordinadoras de Burgos, Cantabria, Euskadi, Aragón y Rioja.

En el mismo acto, que partió a las 18 horas desde la plaza de la Constitución de la capital mirandesa, Greenpeace hizo un llamamiento a la «desaparición de las nucleares en España» y denunció los «últimos movimientos» llevados a cabo por el presidente de Iberdrola así como la postura del presidente de Castilla León, «planteando imponer un impuesto por el cierre de Garoña». «El descaro del oligopolio energético no tiene límite. Dicen que pierden dinero mientras estamos viendo cómo en la sede de Iberdrola se procede a un registro por la Fiscalía Anticorrupción por presunta manipulación de los precios de la luz en 2013», explicó la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón. En este sentido también criticó «la insensatez» del presidente Herrera que pretende rescatar Garoña, olvidando que la ciudadanía ya tiene un «buen agujero» financiero. «El cierre programado de las centrales nucleares, además de tener un claro impacto positivo en términos ambientales y de seguridad, crea empleo y es un incentivo económico», concluyó Monzón.

Por su parte, desde Izquierda Unida Miranda de Ebro, recordaron que es necesario un plan de revitalización de la zona para generar actividad económoca sostenible y empleo, pero sin permitir más planes de reindustrialización como los fondos miner o el reindus, que se han basado en la entrega de fondos públicos a las empresas privadas mejor relacionadas con los «gobiernos de turno» sin revertir en la comarca. Además, insistieron en que el desmantelamiento será una fuente de generación de empleo importante que se mantendrá durante varios años, siendo responsabilidad de la administración el aprobar de forma urgente un calendario para dicho proceso. Por ello creen que la respuesta popular es «mas necesaria que nunca».

La central nuclear de Santa María de Garoña se encuentra parada desde diciembre de 2012 y el Consejo de Seguridad Nuclear, en su último dictamen, señala una serie de inversiones para la reapertura de la instalación. El Gobierno tiene que decidir ahora si concede el permiso para que la planta siga operativa.