Las Jornadas Medievales de Frías se asientan con un programa muy interactivo
Decenas de personajes de época se mezclaron con el flujo constante de visitantes durante la segunda edición de esta cita
La jornada estuvo plagada de actuaciones en las que el público fue uno más.-G. G.
La ciudad más pequeña de España renovó su apuesta iniciada el pasado año con la segunda edición de sus Jornadas Medievales, reforzando las actividades participativas con el objetivo de implicar a los visitantes de toda edad que acudieron a la villa. El resultado ha sido considerado como «muy positivo» por los organizadores quienes no cuentan aún con cifras oficiales de las personas que llenaron el casco medieval de la localidad.Así, el mercado medieval mostró una amplia variedad de oficios tradicionales del medievo, con demostraciones en directo por parte de los artesanos, quienes explicaban al numeroso público los aspectos más curiosos de cada uno. Uno de los puestos más visitados fue así, el dedicado al equipamiento bélico de la época, donde armaduras, yelmos, espadas y armas de contundente presencia despertaban la curiosidad de todos.A las demostraciones de combates medievales -ofrecidos por los miembros de Rioja Medieval-, se sumó la posibilidad de los visitantes, de ‘desafiar’ a los caballeros a un combate, siendo muchos los que aprovecharon esa oportunidad para llevarse un recuerdo singular de su paso por Frías.La larga experiencia de los fredenses a la hora de encarnar a sus antepasados medievales también quedó probada por la gran cantidad de vecinos ataviados con los trajes de la época. Todos ellos se mezclaron con absoluta naturalidad entre los paseantes que recorrían el casco histórico de la ciudad, donde numerosos edificios mostraban también las típicas colgaduras de la época. Ambientación a la que se sumaron representaciones de teatro medieval con un estilo muy humorístico, completado todo ello por bailes medievales en los momentos principales de las jornadas.Cabe recordar que Frías es una de las localidades representantes de la provincia en el listado de ‘Pueblos Más Bonitos del Mundo’, conseguida años atrás durante la reunión internacional de dichas localidades en la canadiense Quebec.Para alcanzar este status, Frías superó un exhaustivo examen en la cual su gran belleza, amplia historia y cultura singular fueron determinantes.La suma de las calles de trazado medieval, sus casas colgadas, la iglesia y el famoso castillo roquero y la amplia disposición de alojamientos rurales que facilita la villa al visitante, fueron claves para su excelente valoración mundial.Además de la posibilidad de visitas a elementos arquitectónicos en la ciudad, la oferta se amplía con puntos de su entorno como Tobera, barrio de Frías, donde el conjunto de su Ermita, el Humilladero del Cristo y puente romano son también enclaves de gran interés.