Salgüero es hoy el escenario de un taller de música prehistórica

El equipo del proyecto divulgativo ‘Medeltia’ dirigido por el profesor de la Universidad de Valladolid (UVA) Manuel Rojo y financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), ha recreado el ambiente neolítico en las instalaciones de Paleolítico Vivo, en Salgüero de Juarros para emular cómo era entonces la cosecha de mijo y panizo y acercar la prehistoria a todos los públicos.Provistos de hoces prehistóricas fabricadas para la ocasión, al estilo de las halladas en distintos yacimientos arqueológicos neolíticos, segarán y cosecharán los cereales sembrados en la primavera en una parcela a disposición del proyecto Paleolítico Vivo, según indicaron sus responsables a través de un comunicado recogido por Europa Press.En este espacio, añaden, «no sólo se recrea la agricultura sino que se ha construido un auténtico poblado con el que queremos mostrar cómo vivían las gentes del Neolítico». Por lo que en estos días se prevé concluir las labores de construcción de sendas cabañas neolíticas.Asimismo, hoy sábado se organizará una actividad paralela centrada en la música prehistórica. Expertos en música prehistórica del Área de Música de la Universidad de Valladolid (UVA) se acercarán al poblado y enseñarán algunos de los instrumentos elaborados para evocar los sonidos prehistóricos. Además de fabricar ‘in situ’ tambores con cerámicas y pieles de cabras.El proyecto Medeltia tiene como fin último acercar a los estudiantes al Neolítico, y en concreto a las primeras actividades agrarias, para despertar su vocación científica. El proyecto engloba el ciclo agrícola completo. Así en marzo estudiantes de Bachillerato del Colegio SAFA-Grial de Valladolid recibieron formación a cargo de especialistas del CSIC. Tras el cual, participaron en un taller de fabricación de herramientas prehistóricas a orillas del Pisuerga con el asesoramiento entre otros, de Eduardo Cerdá, responsable del parque Paleolítico Vivo.Ya en julio, los propios estudiantes cosecharon el trigo plantado en las instalaciones de INEA-Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola en Valladolid, con hoces de mango también construidas al estilo de las utilizadas por los agricultores neolíticos.