Rico enfría las expectativas de Tudanca sobre Garoña

No podía faltar Garoña en el Día de la Provincia, la fiesta de hermandad entre pueblos en el que todos los grupos políticos lanzan su reivindicaciones para que las administraciones superiores recojan el guante. Las primeras declaraciones sobre el escenario que se presenta en la zona norte de Burgos tras el cierre de la central llegaron de la mano del secretario regional del PSOE, Luis Tudanca. Empezó fuerte, acusando al PP de «mentir y de tomar el pelo a todos los burgaleses» al defender la continuidad de la planta. «Sabíamos que iba a pasar, lo advertimos», agregó a continuación para enfatizar que en estos momentos «sigue sin haber la más mínima noticia de un plan de reindustrialización alternativo».De responder a Tudanca se encargó el presidente de la Diputación Provincial, César Rico. Como en tantas otras ocasiones, lo primero que hizo fue tirar de hemeroteca y tachar de «sorprendente» el hecho de que «quienes cerraron inicialmente la central hace seis años pidan ahora un plan». Y volvió a mentar al exvicepresidente Manuel Chaves, quien prometió «un parador nacional en la zona, desdoblar la N-I, crear un montón de puestos de trabajo y financiar todo eso con 950 millones de euros».Partiendo de este alegato inicial que ya se ha convertido en ‘marca de la casa’, Rico remarcó que Garoña «no tiene alternativa» a la central debido a lo «difícil» que resulta hoy en día que cualquier empresa con capacidad de dar empleo a 1.000 trabajadores se instale en la zona. Dicho esto, insistió en la necesidad de establecer un plan de reindustrialización más allá de las comarcas afectadas por el cierre de la central para que se extienda a «toda la provincia». En cualquier caso, reiteró que el apoyo financiero del Gobierno nacional «no tendría que ser alternativo a Garoña, tendría que ser complementario». En este sentido, consideró que lo primordial ahora es «buscar fórmulas que permitan seguir manteniendo cierto nivel de industria» a pesar de lo «complicado» que resulta en ese territorio.Tudanca, por su parte, puso el foco sobre las movilizaciones -«fruto de la frustración»- de ayuntamientos, grupos de acción local y entidades del entorno para hacer un llamamiento a la «participación de las instituciones locales» en el desarrollo de planes de futuro. No obstante, aparte de pedir que «se les escuche», dejó claro que la Diputación, la Junta de Castilla y León y el Gobierno central se tienen que poner «manos a la obra».Objetivo 2019Como ya adelantó esta semana en rueda de prensa, Rico centró su discurso en la financiación local y se mostró confiado en que se produzcan avances significativos en el «último trimestre» de este año para que en 2019 se consolide un marco normativo estable que permita a los municipios, entidades locales menores y diputaciones contar con recursos suficientes para atender con mayor eficacia las necesidades de sus ciudadanos.Para ello, prometió defender su postura ante instancias superiores, si bien reconoció que desde el Ejecutivo central «se están dando pasos». No en vano, subrayó que la financiación de las pedanías «continúa siendo un problema» y reconoció que determinadas leyes adoptadas por el Ejecutivo de Rajoy -«con la responsabilidad de apuntalar la recuperación económica»- han arrojado «resultados perniciosos» a la hora de diseñar presupuestos y prestar «servicios públicos básicos».En referencia al clima político inestable en el Congreso al que Rico aludió hace unos días para hablar de este asunto, Tudanca consideró que se trata de una «excusa como otra cualquiera» porque a la hora de conceder 4.000 millones de euros más al País Vasco para facilitar el Gobierno del PP «no ha habido un problema de fragmentación en el Congreso». Así pues, indicó que en este caso tampoco debería haber impedimento alguno porque «todos estamos de acuerdo en incrementar la financiación local».El futuro de la AP-1Antes de abordar la ‘cruz’ de la provincia con Garoña, el líder autonómico de los socialistas celebró que por fin comience a vislumbrarse una «solución» -después de tantos años de «movilizaciones» y fruto de la «unidad» de los partidos- para la autopista AP-1. A pesar del consenso para exigir que el Ministerio de Fomento no avale una nueva concesión, reiteró que el PSOE seguirá luchando para que se tomen medidas «lo antes posible».