El Correo de Burgos

Ninguna intoxicación por ingerir setas desde 2014 hasta septiembre

Nueve personas fueron atendidas de urgencia el sábado en Villarcayo y cinco requirieron asistencia en el País Vasco / La enfermera que les atendió nunca había visto un caso similar

La recogida de setas puede acabar en tragedia si el recolector no posee los conocimientos adecuados.-ECB

La recogida de setas puede acabar en tragedia si el recolector no posee los conocimientos adecuados.-ECB

Publicado por
D.S.M. / Burgos
Burgos

Creado:

Actualizado:

Desde 2014, nadie había ingresado en ningún complejo hospitalario de Castilla y León por intoxicación tras ingerir setas venenosas. Hasta el sábado, cuando nueve personas tuvieron que ser atendidas en el Centro de Salud de Villarcayo por este motivo. No imaginaban que los vómitos y diarreas agudas que llevaban sufriendo durante toda la tarde nada tenían que ver con la clásica gastroenteritis. Lo fueron comprobando poco a poco, cuando la mujer que trasladó inicialmente a una pareja comprobó que todos los que habían comido boletus presentaban los mismos síntomas.Antonia Fernández estaba de guardia cuando a eso de las 19.40 horas recibió a sus primeros pacientes. Se trataba de un matrimonio que ya sospechaba que su malestar podía deberse a las setas que un conocido les había ofrecido en un bar de Villalaín. Entretanto, la mujer que les acompañaba comenzó a llamar al resto de personas que habían disfrutado de ese tentempié sin saber que se trataba de una especie venenosa.Las peores sospechas se fueron confirmando al otro lado de la línea y la sala de espera se llenó en poco tiempo. Fernández y el médico que estaba de guardia cogieron una muestra que uno de los pacientes les entregó y la enviaron a Toxicología. Desde allí, recibieron instrucciones concretas sobre cómo proceder en este tipo de casos, pues de primeras nadie sabía el nivel de toxicidad que el boletus podía tener.Mientras los dos profesionales realizaban un seguimiento de cada uno de los pacientes, tomaron la determinación de solicitar el traslado de los de mayor edad debido a que presentaban «patologías añadidas». Sus vidas corrían peligro y no había tiempo que perder, por lo que cinco de ellos acabaron ingresando en los hospitales de Cruces (Baracaldo) y Txagorritxu (Vitoria). Los cuatro restantes, más jóvenes, en torno a los 40 años, recibieron el alta paulatinamente. El último, en concreto, abandonó el Centro de Salud sobre la 1 de la madrugada.Para la enfermera fue un «agobio total». No es para menos, ya que dos profesionales para nueve pacientes es un ratio muy escaso. Por otro lado, lamentaba que acudiesen tan tarde a la consulta. Los síntomas aparecieron a la «media hora», por lo que «si hubiesen ido de inmediato se podría hacer un lavado de estómago».Este fatídico sábado rompió la impoluta estadística de la Consejería de Sanidad durante los tres últimos años. Fuentes del Gobierno regional consultadas por este periódico aseguraban ayer que la inexistencia de casos obedece fundamentalmente a la escasa producción de setas durante los últimos años, las campañas informativas y de prevención o las inspecciones, cada vez más rigurosas, en mercados y establecimientos para verificar su origen y comprobar si son aptas para el consumo.

tracking