UGT urge potenciar Santos Reyes hasta que abra el nuevo hospital

Con el temor de que no se vayan a cumplir los plazos y el nuevo hospital comarcal no esté operativo en 2023, UGT hace un llamamiento para que se potencie el hospital actual. En sus alegaciones al plan funcional, el sindicato compara la situación del centro sanitario ribereño con su espejo, el de Miranda, porque mientras el Santos Reyes ha incrementado su actividad en los últimos años un 45% -situándose como uno de los más activos de Castilla y León-, el de Santiago Apóstol cuenta con muchos más medios a pesar de atender a 500 personas menos.En concreto, el centro mirandés cuenta con una plantilla de 77 profesionales más seis facultativos (anatómico patológico, traumatólogo, especialista de rehabilitación, otro microbiología, ginecólogo y otorrino), 20 personas en Enfermería (13 auxiliares, tres técnicos de Imagen y Diagnóstico, dos de laboratorio, una enfermera y una de anatomía patológica), 26 trabajadores no sanitarios (12 operadores de servicio, cuatro auxiliares administrativos, tres celadores, dos electricistas, dos jefes de equipo de gestión y servicios, un titulado superior en administración sanitaria, un administrativo y un técnico especialista en informática) y 25 profesionales que en Aranda se cubren de forma externalizada (12 limpiadoras, ocho pinches, dos cocineros, una planchadora, un mecánico y un albañil).«La asistencia en el Santos Reyes se lleva al límite porque no ha aumentado el número de especialistas», advirtió la responsable de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Amparo Simón, al poner como ejemplo la guardia localizada del otorrino que se eliminó en Aranda. «No podemos someter a riesgo a la población porque si alguien se atraganta o tiene una raspa puede haber un riesgo de pérdida vital, no puede ser. Aranda se merece ser atendida con calidad al 100%», señaló mientras urgía a la Administración a cubrir de forma urgente las plazas de especialistas como en Miranda.La actividad en el hospital ribereño, según explicó, es frenética: 5.302 ingresos el año pasado, 29.741 urgencias atendidas, 1.205 intervenciones quirúrgicas, 1.702 de cirugía mayor, 85.796 consultas y 354 partos, el doble que en Miranda. «Al final, la falta de personal supone retrasos en las listas de espera y diagnósticos», enfatizó.Inquietud sindicalCon la esperanza de que este déficit de profesionales se subsane en el nuevo hospital, lo cierto es que el análisis que hace UGT del plan funcional que el pasado mes de julio presentó a los trabajadores el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, despierta inquietud. Empezando por el número de camas. «Se supone que van a pasar de las 110 actuales a 134, pero no es real porque en esa cifra incluyen las 10 camas de observación de urgencias y las incubadoras. Reales al final son 113, solo tres más de las actuales», señaló Simón consciente de que este número seguirá siendo insuficiente para las dimensiones de un hospital comarcal que tiene una población de referencia de 70.000 habitantes (53.000 de Burgos, 12.000 de Segovia y 1.500 de Soria).Su preocupación se extendió al planteamiento de incrementar en dos los cinco boxes de exploración en urgencias cuando «hay colapsos de hasta cuatro horas» y a la planificación «insuficiente de quirófanos». «Si ahora tenemos tres y uno de paritorio que se utiliza en casos de urgencia y nos dan cinco, significa que solo se incrementará en uno con lo que no aliviaremos la lista de espera», detalló. En su opinión, el número de quirófanos no puede bajar de seis.El borrador del plan funcional que sentará las bases del futuro hospital «pasa por alto» servicios «importantísimos» como la Unidad de Cuidados Intermedios, «que no aparece». y que si no se incluye condenará al centro sanitario a cirugías menores. «Es una unidad que trabaja 24 horas al día», apostilló.El hecho de que el documento se limite a asegurar que se potenciarán los servicios centrales, no tranquiliza. «Aquí nos explican cómo va a ser la capilla o la tarjeta de la televisión pero dejan de lado cuestiones importantes», concluyó la responsable de la Federación de Servicios Públicos de UGT.