Los expertos piden coordinación en la lucha contra la avispa asiática

Villarcayo fue el escenario elegido este fin de semana por la Asociación Avispa Asiática y el Ayuntamiento local para organizar el II Congreso sobre esta especie, que tantas dudas ha suscitado desde su llegada en 2004 a España proveniente de Francia, según los expertos. Encuentro en el que, de hecho, una de las invitadas fue la investigadora francesa Karine Monceau, quien recordó cómo el país vecino tuvo que enfrentarse a una plaga que en apenas una década dio lugar a que ejemplares de esta especie se hallaran en todo el país. «Situación que ya se está dando en otros muchos países, donde su investigación y control se encuentra en distintos estados, por lo que es esencial cooperar e intercambiar información y experiencia».Ésta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en estas jornadas -que siguen la estela del primer encuentro celebrado el pasado año en Medina de Pomar al ser Merindades una de las zonas de la provincia más afectadas-: «la necesidad de coordinación en las labores de información, formación e investigación respecto a todo lo relacionado con esta especie», explicó a modo de balance final el vicepresidente de la asociación organizadora, Roberto Puch.Éste se mostró satisfecho por el segundo encuentro, en cuya organización agradece el apoyo del Consistorio, «ya que nos ha ayudado a facilitar que un grupo de expertos llegados de diversidad de sitios, hayan podido contar de forma realista y cercana al público qué hay de verdad, y de menos verdad, en muchas de las cosas que se dicen sobre este animal».Confiesa que se cumple así el objetivo del evento -organizado por esta asociación sin ánimo de lucro nacida en 2015-, donde han contado con un centenar de participantes y 18 ponentes llegados incluso de otros países, entre quienes ha habido investigadores, apicultores, docentes, sanitarios, bomberos, asesores legales o técnicos de diversas administraciones, entre otros profesionales.«Multitud de disciplinas que han permitido a todos conocer no sólo la teoría sino sobre todo, las experiencias prácticas a las que unos y otros se han enfrentado a lo largo de estos años en los que la plaga se ha hecho mucho más presente».Y es que como detalla, si bien esta especie no llegó a España hasta 2004, es en estos años cuando ha comenzado a prestarse más atención a la plaga que protagoniza. «Y como tal, tenemos que conocerla más en profundidad, para poder manejar y controlar su proliferación, como ya hacemos con los topillos, las ratas, los conejos e incluso las palomas», argumenta. Destacó por ello la imprescindible presencia de algunas de las mejores investigadoras que trabajan en este campo en España y Europa, como fueron junto a la francesa Karine Monceau, la también apicultora Sara Arcocha, la italiana Daniela Laurino -coordinadora de la iniciativa ‘Velutina Task Force’-; Mar Leza -investigadora de la Universidad de Islas Baleares-; o Izaskun Pérez de Heredia, de la Universidad del País Vasco. Ellas dejaron claro con sus ponencias, cómo un mismo problema puede tener formas de abordarlo, profundizar e incluso de resolución diferentes.Variedad de criterios y soluciones que también dejaron patentes las intervenciones de los técnicos de diversidad de instituciones, e incluso entidades semipúblicas como vizcaína Basalan. Así como las actuaciones a pie de calle explicadas por el propio Puch (desde la asociación Avispa Asiática), el apicultor vizcaíno Javier Larrinaga o los bomberos profesionales José Antonio Baños -también formador en el cuerpo profesional de Bilbao-, y Saúl Peña, bombero en Valladolid.Intervenciones que se sumaron a los debates entre ponentes y público «que hicieron muy fluido el intercambio de conocimientos, permitiendo conocer errores cometidos anteriormente por otros y la solución que le dieron al problema, y servirnos a los demás para evitarlos», destacó Puch.Insistió por ello en la necesidad de conocer todos los puntos de vistas, realidades y datos logrados sobre esta especie, «al ser información esencial que permitirá hacer equipo y dar a una estrategia coordinada, y a las diferentes comunidades, a completar el protocolo básico elaborado desde el Ministerio de Medio Ambiente».