El Correo de Burgos

Asaja urge a combatir el «fraude» de los lechazos sin identificar

La Opa anuncia su propia campaña promocional y reclama precios justos para los ganaderos

José Luis Alonso, Donaciano Dujo, Santiago Carretón y José Luis Arribas denunciaron ayer en la sede de Asaja la «competencia desleal» que sufre el lechazo.-RAÚL G. OCHOA

José Luis Alonso, Donaciano Dujo, Santiago Carretón y José Luis Arribas denunciaron ayer en la sede de Asaja la «competencia desleal» que sufre el lechazo.-RAÚL G. OCHOA

Burgos

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Todos los años, por estas fechas, la historia se repite. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, las ventas de lechazo se disparan en Castilla y León. En teoría, los ganaderos deberían hacer el agosto, pero la realidad es bien distinta. Se incrementa el precio ante la elevada demanda, sí, pero no lo suficiente por culpa de la «competencia desleal» que ejercen los productores franceses.

Así lo entienden al menos las organizaciones profesionales agrarias (Opas). Sobre todo Asaja, el sindicato más ‘cañero’ a la hora de denunciar una práctica cada vez más común por las lagunas legales en los etiquetados. El procedimiento es sencillo: los lechazos del país vecino -también de Portugal- se sacrifican en la Comunidad y, en la mayoría de casos, se venden como si fuesen regionales.Varias son las consecuencias del «fraude», tal y como lo definió ayer en Burgos el presidente autonómico de Asaja, Donaciano Dujo. El principal, sin lugar a dudas, es que «se engaña al consumidor» al no especificar -o camuflar- la procedencia del producto. Y cabe la posibilidad de que «en próximas compras rechace el lechazo», ya que en su opinión el de Francia «es de peor calidad» al tratarse de un«subproducto al que no dan valor» porque resulta más rentable la producción de leche y queso.Los datos que maneja la Opa hablan por sí solos. De los 300.000 lechazos que se sacrifican en la Comunidad de cara a las navidades, 120.000 son franceses. Así pues, con ese 40% del total abriéndose paso en el mercado, Asaja espera que las administraciones tomen nota y exijan la «identificación clara» del «producto estrella» y «casi exclusivo» de Castilla y León. Para ello, tal y como adelantó el suplemento Mundo Agrario, el sindicato ha remitido sendos escritos al Ministerio de Agricultura yPesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) y a la Consejería de Agricultura y Ganadería. En espera de una respuesta y de acciones contundentes, Dujo anunció el desarrollo de una campaña promocional del lechazo castellanoyleonés a imagen y semejanza de la que ya ha puesto en marcha la Interprofesional del Ovino (Interovic) a nivel nacional.Aparte de defender una «trazabilidad del 100%» en todos los eslabones de la cadena, Dujo criticó los bajos precios que perciben los ganaderos durante casi todo el año y su estrecho margen de beneficio, máxime cuando este año los piensos y forrajes se han encarecido notablemente por la falta de agua.Con este panorama, el sector se encuentra «en peligro de extinción», aseguraba el ganadero y vicepresidente segundo de Asaja Burgos, José Luis Arribas. Prueba de ello es que «cada vez hay menos ovejas en los pueblos», subrayó con la esperanza de que la Administración incremente las ayudas para evitar la desaparición de una actividad que «realmente fija población en el campo», agregó el productor José Luis Alonso.En este sentido, Dujo subrayó que el ovino solo puede mantenerse con vida «si los precios son buenos y los costes de producción baja». Además, aseveró que este sector, estratégico para la economía regional, no solo evita la despoblación en el medio rural, sino que además contribuye a «proteger el medio ambiente» gracias al pastoreo y genera riqueza.

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