El Correo de Burgos

Narbona defiende la «inversión pública» para reactivar Garoña

L Los socialistas esperan recabar el apoyo de toda la oposición para exigir al Gobierno un plan de empleo en las áreas con «problemas» de transición energética

Cristina Narbona, durante la jornada sobre ‘Cambio Climático y Sociedad’ organizada por la UBU.-S. OTERO

Cristina Narbona, durante la jornada sobre ‘Cambio Climático y Sociedad’ organizada por la UBU.-S. OTERO

Burgos

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El Gobierno de Mariano Rajoy «no se ha preocupado en absoluto de impulsar una actividad alternativa en la comarca de Garoña y eso, ahora, evidentemente habrá que corregirlo». Con esta lectura, en sintonía con la versión oficial de su partido, la exministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció ayer que el PSOE trabaja en una iniciativa parlamentaria que trasladará próximamente a las Cortes Generales con el objetivo de garantizar la «inversión pública» en aquellas zonas de transición energética con «problemas» de empleo. Con esta medida, los socialistas esperan evitar «pérdidas de puestos de trabajo» mediante el desarrollo de programas de reindustrialización como el que plantean para el norte de Burgos.Teniendo en cuenta el rechazo en bloque de todo el arco parlamentario a la reapertura de la planta, Narbona se mostró convencida de que su formación logrará recabar el apoyo de toda la oposición para aumentar la presión sobre el Partido Popular. En este sentido, más allá de las consideraciones de cada grupo, remarcó que las centrales nucleares que «pasan de una cierta edad» deben inyectar «muchos millones de euros» para mantener unos «niveles adecuados de seguridad». El problema, en este caso, es que «las cuentas no salían».Sea como fuere, Narbona consideró que el ‘culebrón’ Garoña ha sido uno de los episodios «más surrealistas» de la «historia de la energía nuclear de nuestro país». Para contextualizar, se remitió a la época de José Luis Rodríguez Zapatero, su decisión de cerrar la planta y el plan de reindustrialización diseñado por su Gobierno para «ir absorbiendo los empleos de la central» con subvenciones públicas. Nada más lejos de la realidad, ya que a su juicio el informe de FAES tras la llegada al poder de los populares se sustentó en una premisa inamovible: «muerte a las renovables y larga vida a las nucleares».A partir de ahí, y con la exministra siguiendo «de cerca» cada paso, el Gobierno protagonizó el «esperpento» de «ir cambiando las normas» del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para «facilitar la reapertura de Garoña» cuando «en realidad» las empresas propietarias no podían asumir las inversiones requeridas.Con permiso de Garoña, la etapa ministerial de Narbona también estuvo marcada por los parones y retrasos de la presa de Castrovido, cada vez más cerca de su inauguración tras 14 años de espera. Sobre este asunto, reconoció no haber seguido «de cerca» la historia de la infraestructura hidráulica, aunque sí sabe que se han registrado «numerosas modificaciones» y que «ha aumentado el coste».Movilidad sostenibleNarbona aprovechó su presencia ayer en la jornada sobre ‘Cambio Climático y Sociedad’ organizada por la Universidad de Burgos (UBU) para destacar el «espectacular» avance del transporte público en la ciudad gracias a las políticas impulsadas por el PSOEen materia de movilidad. Por ejemplo, mediante la reducción de las tarifas del bonobús para los menores de 26 años.Otra de las medidas planteadas por los socialistas burgaleses para aminorar las emisiones de gases de efecto invernadero es la adhesión del Ayuntamiento al Pacto Global de los Alcaldes por el Clima y la Energía. Aunque el acuerdo se alcanzó hace tres meses, Narbona comprobó que el compromiso aún no se ha formalizado. Por ello, pidió al equipo de Gobierno que se «tome en serio» la iniciativa.

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