Aranda descubre sus bodegas subterráneas con una nueva web

Convencidos del papel que las bodegas subterráneas deben tener en la dinamización del turismo, el Ayuntamiento de Aranda, a través de la Concejalía de Promoción e Innovación, ha dado forma a una nueva herramienta; un sitio web (http://bodegas.arandadeduero.es/bodegas.html) y una APP, con las que pretenden descubrir al visitante el tesoro de este entramado. Para ello, el Consistorio ha confiado en la empresa Laboratorio Mágico.Por el momento, el proyecto abarca ocho bodegas: El tío Follelle, La Botica Vieja, Conde Matapobres, El tío Tanis, Las Fuentenebras, La Navarra, El Romellón y Los Martínez pero la idea es ampliar con nuevos recorridos. «Estoy segura de que cuando la gente vea nuestras bodegas subterráneas en modo virtual se animará a venir a descubrirlas», asegura la alcaldesa, Raquel González.La web, a la que se puede acceder también desde www.arandadeduero.es, permite conocer detalles y curiosidades de cada una de estas bodegas como su ubicación, sus accesos, su superficie, el estado actual o cuestiones más técnicas como el número de cañones, de naves, de arcos o de zarceras.Parte de este trabajo tiene su base en el libro que publicaron en 1982, el técnico de este departamento, Javier Iglesia, junto a Alberto Villahoz. Bajo el título ‘Viñedo, vino y bodegas en la historia de Aranda de Duero’, el documento sirvió, según explica la alcaldesa, Raquel González, para poner en valor el que hoy es uno de los principales recursos turísticos de la ciudad; un patrimonio que durante años ha estado en desuso.Así se explica que se hayan perdido muchas. «Esta obra de ingeniería que se expande por 7 kilómetros fue hecha por gente sencilla y fue una gran innovación técnica», destacaba la regidora al recordar que quedaron relegadas con la llegada de las cooperativas y las bodegas.TecnologíaLa nueva web, adaptable a todo tipo de móviles, tiene también en cuenta la investigación que desarrolló en el año 2012 la Universidad Juan Carlos I, dentro de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Aranda. El proyecto universitario empleó la tecnología 3D para acercar por un lado las bodegas subterráneas y el plano de 1503 a los visitantes y turistas y por otro, para sustentar futuras investigaciones científicas o justificar una determinada planificación urbanística, ya que, al ofrecer planimetrías, alzados, secciones y bases; se pueden tomar medidas en cualquier momento y saber qué se encuentra en cada punto; algo básico para limitar la circulación o los pesos.Declaradas de Bien de Interés Cultural (BIC) en 2015, el Ayuntamiento estableció el año pasado un plan de protección que sentó las bases por las que se regirá el futuro de este patrimonio que ha corrido durante años un serio riesgo. Así lo advertía en 2011 la ingeniería Terracota. Tras visitar 135 bodegas de las que diez estaban tapadas y en otras diez no se pudo acceder por su estado semirruinoso, el análisis no dejaba lugar a dudas: el 40% presentaba derrumbamientos y en el 56% existían humedades. Además, el 38% padecía deficiencias eléctricas y el 9% tenía también problemas de ventilación.La mayoría se ubican en el casco histórico. Ocho se localizan en la calle Los bodegones, 25 en Santa María, 12 entre San Juan, Santo Cristo y Santa Ana; 15 en la Plaza del Trigo; 52 entre las calles Isilla, Cascajares y Barrionuevo; 20 entre Ricaposada y San Gregorio y tres en la plaza Mayor.