El Correo de Burgos

Localizan en un autobús a la menor de Miranda desaparecida desde el sábado

La Guardia Civil y UCAS de Arrate buscan a una vecina de Puentedura con alzheimer

Imagen de Violeta Cubillo difundida a través de las redes sociales.-ECB

Imagen de Violeta Cubillo difundida a través de las redes sociales.-ECB

Burgos

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La última vez que se supo de Nora Cuesta Melgosa fue el sábado por la mañana cuando se la vio caminando en torno a las 12 de la mañana por la calle La Reja de Miranda de Ebro. Desde entonces hasta ayer por la tarde, su familia perdió el contacto con la menor de 16 años que en enero del año pasado protagonizó un suceso similar. En esta ocasión, un «cúmulo de circunstancias» propiciaron su localización cuando se disponía a abandonar la ciudad en un autobús.La llamada de una «persona anónima»que la vio dirigirse a la estación de buses puso en alerta a sus padres y a la Policía Nacional, que también recibió el aviso del chófer tras reconocer a Nora gracias a los carteles que circulaban a través de las redes sociales. Lo que se desconoce son los motivos por los que Nora se esfumó, ya que se negó a dar información alguna a sus padres sobre lo sucedido.Su madre, Berta Melgosa, tampoco espera «muchas explicaciones» al respecto porque se trata de un«tema delicado» que nada tiene que ver con la desaparición del año pasado tras una discusión familiar. No obstante, aseguró que sus «sospechas» se centran en las «malas compañías» de la menor. En este sentido, lamentó la influencia negativa que sobre ella ejerce F.C.O., un individuo de 40 años con antecedentes por abusos sexuales, malos tratos y tráfico de drogas que «merodea por los institutos» con el fin de llevar a los chavales «por el mal camino».Para su desgracia, este «depredador» trabó amistad con la joven y desde entonces la relación familiar se ha complicado. Más allá de la «cautela» sobre su complicidad o no en la desaparición de Nora, Berta Melgosa quiso hacer un «llamamiento» a la ciudadanía para advertir de los riesgos que entraña este «sujeto» cuyos amigos son «todos menores de edad».De confirmarse que F.C.O. ha dado cobertura a Nora durante estos días, estaría incurriendo en un delito al quebrantar la orden de alejamiento autorizada por una jueza a petición de sus padres. En cualquier caso, Melgosa dejó claro que su hija es una «víctima más» de un «cobarde» que «lleva años delinquiendo» con «impunidad».Con este historial, F.C.O. es un viejo conocido de la Policía mirandesa. De hecho, la Subdelegación delGobierno en Burgos informaba el viernes pasado de su detención por un presunto delito de abusos sexuales, malos tratos en el ámbito familiar y tráfico de estupefacientes. No en vano, Melgosa aclaró que dicho arresto se produjo con anterioridad, por lo que se encontraba en libertad cuando Nora se escapó sin motivo aparente.Durante los meses previos a su detención, los agentes acreditaron que F.C.O. mantuvo una relación sentimental con una menor durante año y medio. Sin embargo, a raíz de su ruptura comenzó a acosarla insistentemente hasta el punto de esperarla en su centro educativa y «llegando incluso en una ocasión a agredirla». Por si fuera poco, el hombre se dedicaba presuntamente a vender drogas en el interior de unos chamizos que alquilaba a cuadrillas de chicas y chicos menores de edad.Melgosa es consciente de que «ahora» tiene un «duro camino por delante» para concienciar a su hija de la mala influencia que ejerce esta persona sobre ella. A diferencia de la anterior desaparición, esta vez no se trata de una «chiquillada» sino de algo «más grave». Sea como fuere, no dudó en agradecer la implicación de «toda la ciudad» en el dispositivo de búsqueda y el «trabajo encomiable» de los agentes que han dirigido la investigación con el fin de encontrar a Nora en perfecto estado lo antes posible.Violeta CubilloLa localización de la joven mirandesa coincidió con el aviso de la desaparición de Violeta Cubillo, vecina de Puentedura. La mujer, de 67 años, fue vista por última vez en torno a las 11 de la mañana. Según la descripción facilitada por QSD Global, vestía «jersey negro y rojo, pantalón oscuro y zapatillas de casa». Aparte de precisar que «camina encorbada y muy despacio», el cartel difundido en distintas plataformas informa de que padece alzheimer.Dada la posibilidad de que la anciana se desorientase a causa de su enfermedad, la Guardia Civil estableció un dispositivo de búsqueda en los alrededores del pueblo al que se sumó el 112 y la Unidad Canina de Rescate y Salvamento UCAS de Arrate. Por desgracia, la búsqueda no había arrojado resultados positivos al cierre de esta edición.

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