Las asociaciones piden que colabore más el HUBU con el Santos Reyes

A pesar de contar con menos medios que otros hospitales de igual o incluso menor tamaño, y de ser uno de los centros sanitarios más activos de la región, la relación con el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) como hospital de referencia, parece que deja mucho que desear. Así se lo advirtieron en su último encuentro, las asociaciones al consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado. «La gente tiene la sensación de que tratan peor a los de Aranda», explica la portavoz, Pilar Juez, mientras pone un ejemplo; las resonancias magnéticas.«Ya no, pero hace unos meses cuando iba gente de Aranda, les derivaban al modelo más antiguo cuando en el HUBU tienen dos ‘último modelo’ y se dio algún caso de que al ser menos precisa no se vio bien y se complicó», advierte con la esperanza de que se reconduzca esta relación entre hospitales.Es un hecho porque así se fundamentó en su momento: el Santos Reyes depende de su hospital de referencia. A él deriva todos los pacientes que necesitan ser atendidos en una de las especialidades que no tiene en su cartera de servicios. Según los últimos datos, el HUBU atendió en 2017, 819 consultas derivadas del hospital arandino. Las más demandadas fueron neurocirugía (181), neurología (115 pacientes), cirugía plástica (93), reumatología (89), neumología (85), alergología (80), cirugía vascular (58), nefrología (41), endocrinología (37), esterilidad (16), cirugía pediátrica (15) y genética (9).En otros casos, hasta 513, fueron derivados a Burgos, no porque el Santos Reyes no tenga la especialidad sino porque requerían un tratamiento específico que no se encuentra en Aranda. La consulta más demandada por ese motivo fue en 2017, sin ninguna duda, oftalmología (con 111), seguida por otorrinolaringología (con 62), digestivo (44), ginecología y patología mamaria (41), rehabilitación (38), cardiología (34), cirugía (34), urología (32), oncología (26), traumatología (16), anestesia (15), onco-ginecología (14), dermatología (12), salud mental (12), pediatría (10), medicina interna (7) y hematología (5).La dependencia también se observa en el número de pruebas que el hospital ribereño solicitó al HUBU. En total, 1.285 de las que la mayoría estaban relacionadas con electromiograma (290), desintometría (221), gammagrafía ósea (197), radioterapia (74), estudio urodinámico (70); poligrafía del sueño (55), gammagrafía tiroidea (47), electroencefalograma (45) y broncoscopia (28), entre otras.Habrá que ver si las tres especialidades que el consejero de Sanidad anunció en primicia en este periódico, el pasado mes de noviembre- neurología, alergología y neumología-, comienzan a funcionar. Porque lo cierto es que aunque parece que hay voluntad, la realidad se presenta complicada ante el déficit de profesionales médicos; un problema de ámbito nacional que afecta sobre todo a los destinos más pequeños.Y es que, aunque el consejero Sáez Aguado, abogue por especialidades coordinadas y compartidas desde el hospital de la capital burgalesa, no ha explicado aún cómo y de qué manera se incentivará a estos médicos para que se desplacen (por la tarde) a la capital a Aranda para estas consultas e intervenciones.ManifestaciónPor el momento, el tejido asociativo arandino mantiene su intención de convocar una nueva manifestación por el nuevo hospital. Será el 26 de mayo en Aranda de Duero, y el objetivo no será otro que insistir en la importancia de dejar de retrasar una construcción que es vital para la mejora asistencial de la comarca.