Las acusaciones se decantan por una agresión sexual a la menor

La instrucción de los abusos sexuales de los tres ex jugadores de la Arandina a una menor de 15 años se acerca a su parte final, punto de la instrucción en el que las partes ya van definiendo cuáles serán sus calificaciones definitivas. Para la representante legal de dos de los investigados, las pruebas que se han practicado hasta el momento favorecen a los defendidos.También el testigo que declaró ayer, un joven mayor de edad con el que la menor hablaba principalmente por whatsap y que daba clase de bádminton a las dos hermanas pequeñas de la denunciante. Sin entrar a valorar en ningún momento la relación que les unía, para la defensa el testimonio es relevante porque demuestra «una vez más» que la joven no tuvo en ningún momento estrés postraumático.En su opinión, contribuye a desmontar la fantasía de la adolescente. «Hay muchas piezas del puzzle que no encajan con la denuncia», insiste convencida de que el comportamiento «normal» que la niña tuvo en los días posteriores no concuerda con unos hechos «tan graves como los que denuncia». «No tenía secuelas», afirma.Aunque todo parece indicar que la defensa pedirá el sobreseimiento del caso, la letrado no se pronuncia, como tampoco lo hace el abogado de la acusación particular, Fernando García Puertas. «Me parece aventurado adelantar cómo se va a redactar antes de que acabe la instrucción», advierte mientras deja entrever, eso sí, que el escrito de acusación irá probablemente por la agresión sexual. «Lo más seguro es que sea por agresión, pero hasta que no hagamos el escrito no vamos a decirlo», zanja.AgresiónMás concreto se muestra el abogado de la acusación popular, Antonio Calvo. Según detalla, lo más probable es que enfoque el escrito de acusación a un delito de agresión, que luego pueda derivar en abuso durante el juicio. «No deja de ser una violación», justifica al recordar que este término desapareció en la última revisión del Código Penal.Calvo compara el caso de la Arandina con el de La Manada, al entender que en los dos hubo intimidación, un factor que justificaría el delito de agresión. «Aunque la joven no hablase de violencia sí pudo haber intimidación», argumenta. El letrado considera además, que «hay pruebas más que suficientes» para dar la instrucción arandina por cerrada, independientemente de lo que diga el último testigo que queda, el joven que advirtió a dos de los investigados de que la adolescente era menor de 16 años.El día iba a ser tranquilo, pues sólo se esperaba la declaración de un joven de 20 años que quedó con la menor dos días después de la presunta agresión sexual por la que están siendo investigados tres ex jugadores de la Arandina. Pero a primera hora de la mañana saltaba la noticia: la juez que instruye el caso ponía a disposición de las partes el volcado íntegro de los móviles de los cuatro afectados en el proceso (que había incautado de forma previa la policía).Comenzaba así una jornada larga en la que tanto la defensa como acusación, particular y popular, tuvieron la oportunidad de analizar de primera mano las veinte horas de conversaciones que existen. Tras un primer visionado, (solo podrán hacerlo en sede judicial) la abogada de la defensa, Olga Navarro, mantiene un tono optimista. «Hemos encontrado cosas que nos favorecen bastante», asegura, sin aclarar si pedirán la comparecencia de nuevos testigos o esperaran al juicio.Pese a que la mayoría de los abogados dan por completada la investigación, desde la acusación particular, el abogado Fernando García Puertas, insiste en la trascendencia de escuchar al testigo de París. «Es importante», subraya.García Puertas confía, por otro lado, en que Instagram se implique de una manera más efectiva que las diez páginas de IPs que envío hace unas semanas. «Mandar eso y nada es lo mismo», lamentaba, con la esperanza de que si lo vuelven a solicitar la respuesta sea más exhaustiva.No es la única diligencia que falta. Quedan pendientes otras cuestiones de interés como los test de madurez sexual que en su día pidió la defensa; los restos biológicos que la policía científica recabó en el piso donde presuntamente se cometió el delito, o la aclaración de por qué hay un desajuste de fechas en los móviles ya que, la conversación en la que los jugadores fardaban de haber mantenido relaciones sexuales con una menor que iba a volver al día siguiente, constan el día 23 y no el 24 de noviembre, fecha en la que la denuncia señala como día de autos.Una vez tramitados todos estos flecos, la instrucción se dará por cerrada, y será en la Audiencia Provincial donde se formulen los escritos de acusación y de defensa.