Huellaranda e IU exigen soluciones para la pajarera de El Barriles

Preocupados por el estado de los pájaros que habitan en la jaula del parque El Barriles, el grupo municipal de Izquierda Unida y la asociación animalista Huellaranda exigen medidas para un núcleo zoológico regulado que se ha convertido en destino de aves abandonadas «sin control».

En su opinión, el Ayuntamiento de Aranda de Duero no da el salto a un núcleo zoológico por el desembolso económico que requiere un proyecto de este tipo. Tampoco dan el paso, advierten, porque esta consideración les obligaría a tener un número máximo de 30 aves y a controlar esta población, algo que el Consistorio «no está dispuesto a asumir».A día de hoy, la pajarera cuenta con unas 20 aves entre periquitos (machos y hembras) y una docena de Diamantes Mandarín y un Diamante Goulda. «Todos son de origen australiano, con un clima muy diferente en invierno al nuestro», advierten desde el grupo animalista convencidos de que las temperaturas bajo cero «son muy perjudiciales para ellos». «Estos animales pueden llegar a vivir 15 años. En cambio, en cautividad su esperanza de vida se reduce a los seis años, siendo la principal causa de fallecimiento los procesos catarrales si viven en el exterior», apuntan sin olvidar los cuadros de estrés.VeterinarioSin saber si se les permite criar, Huellaranda insiste en la importancia de que la empresa adjudicataria del servicio cumpla con lo establecido y exija a su veterinario la evaluación periódica de las aves establecida, con las medidas que se precisen, así como la realización de informes de forma regular sobre el estado del núcleo; un plan de limpieza y desinfección y tratamientos de desparasitación. «Según ha podido saber Huellaranda, a pesar de lo que pone en el pliego,  la empresa adjudicataria tan solo llama a un veterinario cuando uno de los animales presenta sintomatología evidente y clara de enfermedad o lesiones, no teniendo un veterinario asignado que lleve un seguimiento», lamentan molestos ante un pliego que solo parece querer «cubrir el expediente».De seguir con este panorama, proponen que lo mejor es ir poco a poco inhabilitando la pajarera «según vayan falleciendo los ejemplares, no introduciendo más aves y mucho menos facilitando el abandono» porque «no sirve para nada». Además, «ni siquiera es educativo, tan solo ornamental, puesto que no hay ningún  cartel informativo de especies, sus costumbres  y características. Solo pájaros enjaulados», señalan con la esperanza de que mientras dure este proceso, el Ayuntamiento ejerza un mayor control en el cumplimiento del pliego y una mayor vigilancia contra los incívicos que con sus actos vandálicos han provocado ya la muerte de ejemplares.«Más presencia policial, unas cámaras de grabación y acondicionar el lugar para que no haya un acceso fácil a los lugares de descanso,  reposo y cría de las aves, es primordial», apremia finalmente el colectivo.