Herido un camionero tras volcar en la N-I a la altura de Briviesca

Un camionero de 48 años resultó ayer herido en la N-I a la altura de Briviesca tras sufrir un espectacular accidente en torno a las 10 de la mañana. El vehículo que conducía, cargado de ladrillos, se salió por el margen derecho de la calzada a consecuencia del pinchazo de una de sus ruedas cuando circulaba bajo el puente de la AP-1 que cruza la vía convencional.Según el testimonio de varios testigos del siniestro, el camión perdió el control y salió «volando» mientras invadía el sentido contrario de la circulación. La violencia del impacto fue de tal calibre que en el punto de la colisión, guarnecido con dobles guardarraíles, arrancó de cuajo más de una veintena de metros de la valla metálica arrastrándola hacia la vía férrea Madrid-Irún paralela a la carretera. Asimismo, el deslizamiento de la carga provocó el vuelco del vehículo, cuya cabina quedó encajada bajo el guardarrail en el talud de la vía férrea, colisionando además con un bloque de hormigón existente en ese lugar.La alerta del accidente fue dada por el personal sanitario de una Unidad Móvil de Emergencias que circulaba detrás del camión. De hecho, la ambulancia no se vio implicada en el siniestro por los rápidos reflejos de otro transportista que circulaba detrás con una góndola sin carga. El chofer evitó males mayores al frenar unos metros antes de colisionar contra la caja del camión, que cortó el carril en sentido Burgos.Al lugar se desplazaron los bomberos voluntarios de Briviesca, quienes iniciaron las primeras maniobras para rescatar al conductor, consciente pero atrapado entre los restos de la cabina. Poco después se sumaban efectivos de Burgos para llevar a cabo uno de los rescates más laboriosos en la N-I en los últimos años. Casi hora y media después, lograron sacar al chófer del amasijo de metal. Acto seguido, fue estabilizado y trasladado al hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro.A consecuencia del accidente, la Guardia Civil de Tráfico se vio obligada a cerrar un carril y organizar el paso alternativo de los vehículos retenidos. La posibilidad de acceder a la AP-1 en la entrada del peaje de Briviesca redujo sensiblemente la retención en sentido Burgos. No obstante, quienes procedían de la capital sufrieron una retención de más de cinco kilómetros al no existir la posibilidad de desvío alternativo. Mientras tanto, muchos vecinos de la capital burebana que habitualmente pasean por el camino paralelo a la vía férrea calificaban de «auténtico milagro» tanto que el chofer sobreviviera al siniestro.