El Correo de Burgos

La coronación de Castrovido, «a mediados de noviembre»

La CHD supedita la entrada en funcionamiento de la presa a los «caudales del río», por lo que aún no se puede hablar de «fechas concretas»

El hormigonado de la faraónica infraestructura se completará a finales de año.-ISRAEL L. MURILLO

El hormigonado de la faraónica infraestructura se completará a finales de año.-ISRAEL L. MURILLO

Burgos

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El hormigonado de la presa de Castrovido y, por ende, el cierre de su coronación será una realidad «a mediados de noviembre» si «las condiciones meteorológicas lo permiten». Así lo confirma la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), pendiente de rematar los trabajos que se están llevando a cabo en el «cuenco amortiguador del pie de presa» y en la «valvulería y compuertas de los órganos de desagüe y las tomas». Asimismo, el organismo de cuenca asegura que los operarios están aprovechando los meses de verano para realizar «inyecciones de contacto en conductos de desagüe» y acondicionar las galerías.Con este anuncio, se cumplen las expectativas de culminar las obras en otoño de este año, si bien es cierto que la Comisión de Seguimiento esperaba su conclusión un poco antes para iniciar las pruebas de llenado en «septiembre u octubre», ya que el grado de ejecución de la infraestructura supera el 99,5%.Así las cosas, la Confederación precisa que las pruebas de llenado podrían arrancar en cuanto se cierre el canal por el que «actualmente se está desviando el río». Por lo tanto, la operación está «programada» para «final de año» siempre y cuando la meteorología lo permita, pues resulta imprescindible «tener un caudal reducido en el cauce».Esta planificación se hubiese retrasado sí o sí el año pasado por culpa de la sequía. Por fortuna, las precipitaciones de esta campaña mantienen los embalses llenos y no parece que la escasez de agua vaya a suponer un problema. Sea como fuere, el organismo de cuenca señala que el llenado controlado, «una vez cerrado el desvío del río», se ejecutará a un ritmo «condicionado por las aportaciones que en cada momento se presenten». Eso sí, siempre con un «caudal mínimo» de un metro cúbico por segundo.Otro factor a tener en cuenta, y determinante a la hora de establecer la duración de las pruebas de llenado, tiene que ver con las «condiciones hidrológicas». Por ello, la CHD indica que la operación se llevará a cabo «durante el año posterior al cierre de la presa» sin aportar una fecha concreta en base a este criterio.Lo que sí se puede afirmar es que una vez finalizadas las pruebas, la infraestructura estará «en condiciones de laminar las posibles avenidas que pudieran presentarse». Al mismo tiempo, la Confederación seguirá desarrollando otra serie de trabajos en paralelo relacionados con el «acabado de instalaciones auxiliares».Tanto los vecinos del entorno como los integrantes de la Comisión de Seguimiento de las obras dan por hecho que la infraestructura entrará en funcionamiento a partir del año que viene. En este sentido, la CHD prefiere no pillarse los dedos porque las operaciones de cierre están «condicionadas», entre otras circunstancias, por los «caudales del río». Así pues, de momento «no se pueden fijar fechas concretas».Aunque la espera se ha hecho larga en la comarca del Arlanza, lo cierto es que ya no hay que temer un nuevo revés en el desarrollo de las obras. Ni siquiera el cambio de Gobierno afectará lo más mínimo a la consolidación definitiva de la presa, cuya fecha de inauguración depende ahora de condicionantes externos y no burocráticos o políticos.Había cierta intranquilidad al respecto en el seno de la Comisión de Seguimiento. Sin embargo, el jefe del Área de Proyectos y Obras de la Confederación, Ramón Pérez Cecilia, confirmó al portavoz de la plataforma, Dositeo Martín, que los plazos previstos se cumplirán a rajatabla con independencia de quién se encuentre al frente de la Moncloa.

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